El demócrata Joe Biden estaba el viernes más cerca de arrebatarle la Casa Blanca al republicano Donald Trump, pero el lento escrutinio seguía manteniendo en vilo a Estados Unidos, y al mundo, tres días después de la jornada electoral.
El exvicepresidente de Barack Obama anunció que hablaría esta noche desde su feudo en Wilmington, Delaware, aunque ningún gran medio estadounidense lo ha declarado todavía ganador.
Horas antes, Trump advirtió que su rival no debería atribuirse una victoria electoral de forma “errónea”, señalando que él también podría reivindicar un triunfo.
“íLos procedimientos judiciales no han hecho más que empezar!”, advirtió en Twitter.
La ventaja del presidente de 74 años fue disminuyendo en varios estados al contabilizarse los votos por correo, emitidos en un número récord este año por la pandemia del covid-19 y que han favorecido mayoritariamente a Biden.
Biden, de 77 años, sigue creciendo frente a Trump en Pensilvania, que le aportaría 20 votos electorales cruciales para atravesar el umbral de los 270 requeridos en el Colegio Electoral para alzarse con la presidencia.
En Pensilvania, el estado natal de Biden donde Trump ganó hace cuatro años, el candidato demócrata encabezaba el conteo por más de 20.000 sufragios, un margen aún estrecho que probablemente requerirá un recuento.
En un comunicado a media jornada, Trump mostró un tono más moderado que el jueves, cuando en una alocución desde la Casa Blanca insistió en las acusaciones de fraude, sin pruebas, que lanzó cuando se declaró ganador horas después del cierre de las urnas el 3 de noviembre.
Sin embargo, siguió amenazando con recurrir a los tribunales para cuestionar los votos “ilegales”.
La presidenta de la Cámara de Representantes y líder de los demócratas en el Congreso, Nancy Pelosi, se refirió en la mañana a Biden como “presidente electo”, y dijo que “está claro” su triunfo.
Pero la contienda continúa reñida aún.
Biden, que acumulaba al menos 253 votos electorales, también iba primero en Georgia (que le daría 16 votos electorales), Nevada (6) y Arizona (11), aunque en este último la brecha se achicaba en favor del presidente.
En Georgia, donde ningún demócrata ha ganado desde 1992, la diferencia era sin embargo tan estrecha que habrá un recuento de votos, dijo un funcionario local.
Trump, que tenía un total de 214 votos electorales, lideraba la carrera en Carolina del Norte (15) y Alaska (3), los otros estados en los que aún avanzaba el recuento.
La campaña de Trump dijo temprano que la elección “no ha terminado”.
Alegó que hubo boletas “irregulares” en Georgia, donde se esperaba un recuento, y en Nevada, y afirmó que a observadores republicanos se les había negado el acceso en Pensilvania.
Además, aseguró que Trump iba a ganar en Arizona, criticando, una vez más, a la cadena Fox News y a la agencia AP por adjudicar ese estado a Biden, lo cual le otorgaría 264 votos electorales.
La campaña de Biden replicó con sarcasmo.
“El pueblo estadounidense decidirá esta elección”, dijo. “Y el gobierno de Estados Unidos es perfectamente capaz de escoltar a los intrusos fuera de la Casa Blanca”.
La misión electoral de la Organización de Estados Americanos (OEA) dijo el que no ha “observado directamente ninguna irregularidad grave” en las elecciones y pidió evitar “especulaciones perjudiciales”.
Es “crítico” que “los candidatos actúen de forma responsable presentando y argumentando demandas legítimas ante los tribunales y no especulaciones infundadas en los medios”, indicó en su informe preliminar.
Los republicanos no salieron en masa a respaldar a Trump en sus denuncias de “robo”, aunque algunas figuras influyentes lo respaldaron.
“No hemos escuchado hablar de ninguna prueba”, señaló Chris Christie, exgobernador de Nueva Jersey y aliado de Trump, en ABC, advirtiendo del riesgo de avivar las tensiones en un país muy polarizado.
Trump “se equivoca al decir que la elección fue amañada, corrupta y robada”, tuiteó el senador Mitt Romney, usual crítico del mandatario.
“Creo que todo debería estar sobre la mesa”, dijo el senador Lindsay Graham cuando la conservadora Fox News le preguntó sobre si la legislatura de Pensilvania -de mayoría republicana- debería certificar los resultados.
“El presidente está enojado, yo estoy enojado y los votantes deberían estar enojados”, señaló el senador Ted Cruz.
El Partido Republicano de Pensilvania pidió a la Corte Suprema detener el conteo de las boletas llegadas por correo después del 3 de noviembre. Pero aún si fueran invalidadas, se estima que esto no haría mella en el resultado final, ya que su número es mucho menor que la ventaja de Biden sobre Trump.
Los abogados de Trump han iniciado múltiples acciones legales para impugnar el recuento de votos en varios estados.
Los demócratas creen que esos reclamos son infundadas, pero estas apelaciones podrían retrasar la aprobación de los resultados por días o semanas.
Con la actitud de Trump, creció el temor a disturbios en un país cada vez más polarizado.