Según los reclamos compartidos por distintos sectores opositores al gobierno nacional, el paro tiene como objetivo el cese a las “persecuciones políticas”, entre las que incluye la detención de la expresidente de facto Yanine Añez, procesada por distintas acusaciones en torno al orden democrático, a persecuciones y detenciones arbitrarias y a denuncias a nivel internacional que siguen en investigación.
También reclaman por la liberación de ministros, jefes de policía y distintos actores del Estado involucrados en el golpe de 2019 al gobierno del expresidente Evo Morales, quien tuvo que renunciar y exiliarse por amenazas a su familia durante ese proceso.
Las protestas comenzaron en la madrugada. En las principales ciudades grupos de manifestantes cortaron avenidas y calles mientras la policía intentaba restablecer el tráfico. La protesta es secundada por gobernadores y alcaldes opositores que denuncian al gobierno de utilizar la justicia para “castigar la disidencia y perseguir a los opositores”, según denunció Manuel Morales del Consejo Nacional de Defensa de la Democracia (CONADE).
A las protestas se han sumado miles de vendedores callejeros que rechazan una ley en contra de ganancias ilícitas que tramita la Asamblea Legislativa dominada por el gobierno. Son las mayores protestas que afronta Arce, heredero político de Morales, quien a principios de noviembre cumplirá un año en el poder.