El hecho ocurrió en una escuela pública de San Pablo, Brasil. En el lugar, un alumno de 13 años mató a cuchillazos a una maestra y otras tres personas resultaron heridas. El agresor fue detenido, mientras se investiga si era víctima de bullying.
La víctima fatal fue identificada como Elizabeth Tenreiro, de 71 años, quien falleció luego de ser trasladada al hospital. Según informó la Secretaría de Seguridad Pública de la ciudad, la más grande de Brasil, los heridos son tres maestras y dos alumnos.
Cabe recalcar que, según Clarín, los funcionarios reportaron que las docentes y un alumno permanecen internados con cuadro “estable”, al igual que otro el estudiante, el cual sigue hospitalizado pero en estado de “shock”.
El trágico suceso ocurrió en el horario de ingreso a la escuela, ubicada en Vila Sonia, un barrio vecino al exclusivo distrito de Morumbí. Según testigos, el crimen estuvo motivado porque el agresor sufría bullying por parte de algunos compañeros.
El agresor en cuestión es un alumno del octavo grado de la escuela Thomazia Montoro que ingresó al aula como todos los días, pero causó terror al sacar un cuchillo y comenzar los ataques, en medio de la corridas y los gritos.
Los secretarios de la gobernación se manifestaron al respecto, reconociendo a una de las docentes: “La profesora Cintia tuvo una actitud heroica”, dado que sin ayuda de nadie logró “reducir al agresor”.
Un alumno declaró a la prensa brasileña que el asesino llevaba una máscara ilustrada con una calavera. Además, el testigo detalló que el atacante irrumpió en medio de una clase, hirió a varias personas y siguió hacia otra donde reiteró los ataques usando una cuchilla.
Según la cadena de noticias Bandeirantes, en el teléfono del agresor fueron encontradas informaciones sobre otros ataques contra escuelas registrados en Brasil. Dichos ataques fueron provocados por el bullying o los maltratos psicológicos recibidos por parte de compañeros de clase a los atacantes.
El gobernador paulista, Taricisio de Freitas, quien se encuentra en el exterior, envió un mensaje de condolencia en el que afirmó no tener “palabras” para referir a la masacre. Por otra parte, los padres de los alumnos se reunieron en la puerta de la escuela y denunciaron casos recurrentes de racismo en la institución entre los estudiantes, indicó el canal GloboNews.
De este modo, Brasil registró 12 ataques con muertos en escuelas en los últimos 20 años por parte de exalumnos, según la ONG Instituto Sou da Paz.