Según anunciaron en un comunicado desde la capital de Bulgaria, Sofía, los artefactos explosivos “han sido arrastrados por una tormenta y están flotando en el mar Negro, y supone una amenaza para todas las embarcaciones”. Las minas proceden de la costa de Odesa, el principal puerto de Ucrania en ese mar, y algunos expertos creen que son parte del dispositivo defensivo colocado para evitar un desembarco de fuerzas rusas.
Expertos de la Academia Naval Militar en Varna han indicado que las minas podrían llegar a las aguas territoriales búlgaras en unos diez días. El Gobierno aseguró que tanto la Armada como las autoridades civiles están aplicando medidas extraordinarias de vigilancia y están preparadas para neutralizar los artefactos.
“Se pide a los residentes cerca de las orillas que alerten al teléfono de emergencia 112 si descubren objetos esféricos sospechosos en el agua o en la costa”, añade el comunicado. Las tripulaciones de barcos comerciales en la zona han sido alertadas para que vigilen el mar con la máxima atención e informen inmediatamente a las autoridades costeras si notan algún objeto sospechoso en el agua.
Las minas navales quedan a la deriva flotando en la superficie si se rompe el cable con el que están ancladas.