El expresidente George W. Bush, bajo cuyo mandato tuvieron lugar los atentados del 11 de septiembre de 2001, lamentó este sábado la división de Estados Unidos en una ceremonia en Shanksville, donde cayó uno de los cuatro aviones lanzados por los terroristas contra objetivos estadounidenses.
”En las semanas y meses que siguieron los atentados del 11 de septiembre estaba orgulloso de dirigir a un pueblo impresionante, resistente y unido”, dijo el expresidente. ”Si hablamos de la unidad de Estados Unidos, estos días parecen lejanos”, lamentó. ”Muchas de nuestras políticas se han convertido en un desnudo llamado a la rabia, el miedo y el resentimiento. Eso es preocupante para nuestra nación y nuestro futuro”, advirtió.
Cuarenta personas, más los cuatro secuestradores, murieron en el vuelo 93 de United Airlines que cubría la ruta entre Newark (Nueva Jersey) a San Francisco, que se estrelló en Shanksville y que presumiblemente iba dirigido contra el Capitolio, sede del Congreso americano, en Washington.