Centenares de personas se manifestaron ayer por la independencia escocesa en Glasgow, en respuesta a lo que entienden como abuso de poder del Gobierno británico por el Partygate, las fiestas celebradas en Downing Street durante la pandemia, en una protesta organizada por una plataforma ciudadana. Con menos asistencia de la estimada por los organizadores, la plataforma All Under One Banner (Todos bajo una misma bandera), centenares de ciudadanos denunciaron “la corrupción y el abuso de poder” de Westminster (Gobierno central).
Neil Mackay, el máximo responsable de la plataforma, dijo que los manifestantes piden que “Boris Johnson sea destituido y el final del poder conservador” y agregó que “el Gobierno de Westminster está en crisis” y es por ello que “necesitamos independencia.” “Uno de nuestros mensajes hoy es que Escocia no puede esperar, fijar una fecha” para la escisión, añadió el responsable de la plataforma, cuyo cometido es ayudar a Escocia a conseguir su independencia a través de la movilización por toda la región.
La ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, afirmó a finales de año en la clausura de la Conferencia Anual de su formación, el Partido Nacional Escocés (SNP), que su intención es “reactivar la campaña” al comienzo de esta primavera a fin de “iniciar el proceso –durante este año– para posibilitar un referéndum antes del final de 2023 –si el covid lo permite–”. “Seremos mejores” con la independencia, señaló Paul Newton, irlandés de 56 años. “Westminster puede celebrar fiestas mientras que el resto de la sociedad está bajo toque de queda y restricciones. No hemos votado esto”, afirmó el ciudadano irlandés consultado por medios locales.
“Es lo mejor que podemos conseguir, la independencia. Más gente está en contra de Boris”, declaró Chris Davidson, uno de los gaiteros justo antes de que el sonido de su instrumento diera el compás de entrada a la marcha.