La prestación de desempleo trata de una ayuda para aquellos que pudiendo y queriendo trabajar, pierdan el empleo de forma temporal o definitiva, con la correspondiente pérdida o reducción de salarios por alguna de las causas establecidas como situaciones legales de desempleo. Este concepto es similar en todo el mundo, incluido en Australia donde ha sorprendido el caso de un hombre que llevaba cobrando la ayuda del paro desde 2019 mientras conservaba en su garaje vehículos de lujo con un valor de miles de euros.
Según reveló la prensa de ese país, las autoridades lanzaron en mayo una investigación sobre aquellos que tenían una gran fortuna sin declarar y sobre la que no existía ninguna explicación respecto a su origen, lo que rápidamente asociaron con organizaciones criminales o actividades delictivas. Uno de esos investigados en esta operación fue un hombre de 39 años que durante 5 había estado recibiendo la prestación por desempleo, una ayuda destinada, en principio, a alguien que no debería tener mucho dinero como para poder afrontar su día a día.
Ahora, la sorpresa llegó cuando se encontraron en su garaje un Lamborghini Huracán, entre otros lujos.
Solo la pintura del auto valía 20.000 dólares
Tan solo dos meses después del comienzo de la investigación, en julio de este mismo año, los detectives emitieron una orden de búsqueda para el dueño de un Lamborghini, automóvil que habían visto por las calles de Sídney y que, en principio, pertenecía a un desempleado. De esta forma, las autoridades acudieron a la casa del propietario en Parramatta, Nueva Gales del Sur, encontrándose por sorpresa además una moto de la marca Harley-Davidson con el mismo color que el auto y, por otro lado, una pequeña colección de relojes Rolex.
Teniendo en consideración que el hombre no tenía ningún ingreso declarado y que llevaba desde 2019 cobrando la prestación por desempleo, las opciones de dónde podría proceder ese dinero eran reducidas. Tal como reporto el medio Europeo 20minutos, solo el Lamborghini tiene un valor de más de 300.000 dólares, alrededor de 500.000 dólares australianos, mientras que la Harley-Davidson ascendía a más de 20.000 dólares teniendo un gran número de modificaciones. Además, hasta la pintura a juego entre coche y moto era cara, ya que el color azul de ambos también costaba miles de dólares.
En ese marco, los agentes determinaron que solo con los ingresos de la ayuda económica no se pueden conseguir estos lujos, por lo que la relación del protagonista con organizaciones criminales fue la gran hipótesis de las autoridades. No se equivocaban. El hombre ha sido acusado de “posesión ilícita interferida con un identificador único”, razón por la que tendrá que comparecer ante el tribunal el próximo 4 de octubre.