El senador y exalcalde bogotano Gustavo Petro es el nuevo presidente electo de Colombia, según los resultados del preconteo oficial de la segunda vuelta de este domingo, en la que derrotó al populista Rodolfo Hernández.
El boletín número 10 de la Registraduría señala que, informadas el 89,35 de las mesas, Petro, candidato del Pacto Histórico, sumó el 50′,88 % de los votos, frente a un 46,85 % de Hernández, lo que significa una ventaja indescontable.
El senador y exguerrillero de 62 años ganó la primera vuelta con el 40% de los votos frente al 28% de Hernández (77), pero su ventaja se pulverizó tras el juego de alianzas y una campaña muy agresiva, con filtraciones y golpes bajos de lado y lado.
Los electores castigaron a las fuerzas que históricamente han gobernado y ahora escogerán al sucesor de Iván Duque entre dos alternativas inciertas que despiertan miedos en diferentes sectores.
Con estos resultados, la izquierda llegará por primera vez al poder en Colombia. “Los colombianos nunca se habían enfrentado a esto, no ir hacia donde el entusiasmo les señala sino hacia aquel que les hará menos daño”, señala Michael Shifter, del Diálogo Interamericano.
La votación se desarrolló en todo el país en calma y según los números preliminares difundidos, con mayores niveles de participación que durante la primera vuelta celebrada el pasado 29 de mayo.
Durante la mañana se registró una mayor afluencia de votantes. A las 14 (16 hora de Argentina) habían votado 13.200.000 colombianos, unos 700.000 votantes más que en la primera vuelta a esa misma hora. En Bogotá, llegó la lluvia y complicó el intenso tráfico.
En el centro de exposiciones Corferias -la sede de votación más grande del país, con medio millón de empadronados- las personas compraban pilotos o se refugiaban en los techos de los edificios y gazebos dispuestos en la calle.
Los canales de noticias, con móviles en todo el país, exhibían en los últimos minutos de la votación a la ciudadanía corriendo para llegar a votar. Quienes no votaron hasta las 16 hora local (18 hora de Argentina), por más que hayan estado en la fila de votación, ya no pueden participar.