La Cámara Alta del Parlamento ruso, conocida como el Consejo de la Federación, estableció el 17 de marzo de 2024 como la fecha para las próximas elecciones presidenciales en el país. Aunque aún no formalizó su candidatura, se espera que el actual presidente, Vladímir Putin, busque mantenerse en el poder en estos comicios.
La decisión de fijar la fecha fue unánime entre los senadores, y según Valentina Matvienko, presidenta de la Cámara Alta, esta medida prácticamente inicia la campaña presidencial en Rusia. Putin, quien eliminó sistemáticamente la oposición interna en los últimos años, tendría la oportunidad de extender su mandato hasta 2030, cumpliendo 78 años en ese momento.
“La tarea más importante hoy es garantizar el máximo apoyo a nuestro líder Vladímir Putin” en los comicios, declaró Andrei Turshak, Secretario del Consejo General del partido presidencial Rusia Unida.
Añadió, sin dejar lugar a dudas sobre la candidatura del líder del Kremlin, que estas elecciones deben demostrar que Rusia “confía en su fuerza y en su victoria”.
Como Moscú reivindicó en septiembre de 2022 la anexión de cuatro regiones ucranianas parcialmente ocupadas (Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia), las elecciones serán “una especie de culminación de la reunificación”, estimó.
La votación se celebrará también en la víspera del décimo aniversario de la anexión de la península ucraniana de Crimea.
Después de un año 2022 difícil marcado por reveses en el frente y una retahíla de sanciones occidentales, Rusia se encuentra en mejor situación por el fracaso de la gran contraofensiva de Ucrania en el verano boreal, la erosión del apoyo de Estados Unidos y Europa a Kiev y el reajuste de la economía nacional.
Casi todos los opositores de envergadura de Putin, entre ellos el activista anticorrupción Alexéi Navalni, fueron encarcelados o forzados al exilio. Además, toda crítica a la operación contra Ucrania es duramente castigada en los tribunales.
En su discurso pronunciado en un foro sobre inversiones celebrado el jueves en Moscú, Vladímir Putin dijo estar “convencido de que nadie puede detenernos ni frenar nuestro desarrollo”.
Matvienko se felicitó de la “consolidación” de la sociedad alrededor del poder, a pesar de “las circunstancias exteriores difíciles y los intentos del enemigo de debilitar a Rusia”.
En su opinión, los “ciudadanos están más unidos que nunca” en torno al gobierno de Putin, “y la labor del Estado es mostrarse digno de esta confianza, impedir la más mínima provocación”.