En medio de la preocupación por la crisis y la toma del poder de los talibanes, Cancillería confirmó este lunes que hay cuatro argentinos en Afganistán.
Desde el Ministerio de Relaciones Exteriores, que actualmente lidera Felipe Solá, indicaron que las cuatro personas se encuentran bien y todas están en contacto con la embajada en Pakistán, encargada de administrar los asuntos en Afganistán.
Según detalló La Nación, en el grupo de argentinos está Gilberto Velázquez Franco, quien es miembro de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y sale mañana rumbo a Kazajistán.
También aparecen en la nómina dos miembros de una ONG, Melisa Rolls y Rodolfo Yamila, con pasaje de vuelo comercial para mañana a Estambul (Turquía).
En tanto, el cuarto de los argentinos que está en Kabul es Andrés Arévalo, que se desempeña como piloto y también pertenece a una ONG. El hombre -casado con una mujer brasileña y padre de dos hijos brasileños- saldría de Afganistán hoy, rumbo a Uzbekistán, junto a otros pilotos, en un avión privado.
La desesperación por huir de Afganistán tras la toma del poder por parte de los talibanes dejó postales de terror en el aeropuerto de Kabul, donde algunos ciudadanos intentaron aferrarse a los aviones que despegaban.
Estados Unidos envió 6.000 soldados al aeropuerto para evacuar al personal de la embajada y afganos que los apoyaron como intérpretes o en otras funciones.
Crisis y toma del poder talibán en Afganistán
El movimiento islamista radical inició una ofensiva en mayo tras el inicio de la retirada de las tropas extranjeras, en particular estadounidenses. Pero en los últimos días, el régimen talibán tomó el control de Afganistán, 20 años después de haber sido expulsados por una coalición encabezada por EEUU debido a su negativa a entregar al líder de Al Qaida, Osama bin Laden, tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Las calles de Kabul son patrulladas en gran parte por talibanes armados, en particular en la “zona verde”, antes ultrafortificada, que alberga embajadas y organizaciones internacionales.
Cuando gobernaron Afganistán, entre 1996 y 2001, los talibanes impusieron su versión de rigor de la ley islámica.
En las últimas semanas, prometieron que, si volvían al poder, respetarían los derechos humanos, en particular los de las mujeres, conforme a los “valores islámicos”. Pero en las zonas recién conquistadas, ya han sido acusados de numerosas atrocidades