Putin y Lukashenko hablaron por teléfono y expresaron su seria preocupación por las “inaceptables y crueles” acciones de los guardias fronterizos polacos, incluido el uso activo de la fuerza bruta y otros medios, según afirmó el Kremlin a través de un comunicado en las últimas horas.
“Alexander Lukashenko informó sobre las medidas tomadas por Minsk para reducir la crisis y brindar asistencia humanitaria a los migrantes, y señaló que se comunicó con la canciller federal interina de Alemania, Angela Merkel, el 17 de noviembre”, se leyó en el comunicado. Los presidentes de Rusia y Bielorrusia señalaron la importancia de establecer una cooperación entre Minsk y la UE para resolver el problema, agregó el comunicado.
En octubre, Bielorrusia suspendió un acuerdo con la Unión Europea que obligaba al país a recibir a los migrantes que cruzaban su territorio con destino a la UE. La UE, por su parte, acusa a la administración bielorrusa de “utilizar la migración irregular como herramienta política” y de “intentar desestabilizar la UE” enviando inmigrantes a las fronteras de los países de la UE: Polonia, Lituania y Letonia.
Según la UE, Bielorrusia se contacta con los viajeros potenciales (migrantes) a través de canales aparentemente oficiales, incluidas misiones diplomáticas y agencias de viajes, y los invita a Bielorrusia ofreciéndoles visados. Luego, presuntamente son guiados a la frontera de la UE.
Lukashenko niega las acusaciones, diciendo que los inmigrantes están usando Bielorrusia para ingresar a la UE porque tiene un régimen sin visa con países “destruidos por las empresas militares occidentales”. Más de 8.000 personas han intentado ingresar al bloque a través de la frontera entre Bielorrusia y la UE en lo que va del año, un aumento drástico frente a las 150 del año pasado.
Las autoridades polacas intensificaron la protección fronteriza el lunes y movilizaron a más de 12.000 soldados después de que un gran grupo de migrantes comenzara a marchar hacia la frontera del país con Bielorrusia acompañados por el Ejército bielorruso.
Durante la última semana, al menos 2.000 personas, entre ellas mujeres y niños, han quedado atrapadas en la zona fronteriza bielorrusa-polaca en condiciones extremas.