Un hecho ligado al horror ocurrió en un campo del condado de Oconee en Carolina del Sur, Estados Unidos, cuando dos niños ocho y nueve años fueran acusados de asesinar a tiros Danny Andrew Smith, un hombre de 62.
El 23 de junio, el granjero fue hallado muerto sobre un tractor en marcha, con una herida de bala en la espalda: “Basándonos en la evidencia obtenida sobre la investigación en curso, creemos que dos niños dispararon un arma de fuego de forma temeraria en la dirección del señor Smith, quien estaba ocupado en su propiedad”, dijo el jefe de policía Mike Crenshaw.
Andrew Smith, la esposa del granjero, llamó a la policía al advertir que su esposo no había llegado a su casa. Finalmente, el cuerpo del hombre fue hallado sobre su tractor, que había chocado contra un árbol.
Después de una investigación, las autoridades anunciaron que se había presentado una petición en el Tribunal de Familia acusando a un niño de ocho años y a un niño de nueve años de homicidio involuntario.
Según la autopsia, las autoridades determinaron que Smith había sufrido una sola herida de bala en la espalda, que finalmente lo mató.
En Carolina del Sur, los menores de 10 años no pueden ser detenidos, por lo que ambos sospechosos están bajo custodia de sus padres mientras continúan los procedimientos judiciales, según el alguacil Crenshaw. Sus nombres no fueron revelados.
Todavía no está claro qué niño apretó el gatillo que mató a Smith, pero la investigación sobre el tiroteo está en curso. También fue hallado un rifle calibre 22 que fue el utilizado para matar al granjero. Según las investigaciones, Smith recibió el disparo fatal entre 4 y 6 horas antes de haber sido hallado su cuerpo.