El pasado jueves la Estación Espacial Internacional debió activar un protocolo de emergencia para toda la tripulación a bordo. El hecho se desencadenó debido a la ruptura de un satélite ruso que orbitaba cerca de la nave.
El protocolo se activó debido a la probabilidad de tener que evacuar de manera urgente la estación. Los escombros del satélite pasaban demasiado cerca de donde estaba la tripulación, lugar en el que funciona un laboratorio orbital.
La cuenta oficial en X de la NASA comentó: ‘‘Se instruyó a las tripulaciones a bordo de la estación espacial a refugiarse en sus respectivas naves espaciales como medida de precaución estándar después de que se les informara de una ruptura del satélite a una altitud cercana a la de la estación el miércoles anterior’'. Afortunadamente el problema no pasó a mayores.
Luego de una hora las autoridades permitieron a toda la tripulación a salir de sus naves, debido a que el peligro de los escombros había cesado. ‘‘El Control de la Misión continuó monitoreando el camino de los escombros y, después de aproximadamente una hora, se autorizó a la tripulación a salir de su nave espacial y la estación reanudó sus operaciones normales’' informaba la NASA.
El satélite en cuestión era el Resurs- P1, de origen ruso. Se dedicaba a la recolección de fotos de la Tierra en alta calidad. Estuvo en operación desde 2013, año en el que fue lanzado, hasta el 2021; sobrepasando su vida útil, según afirmaron desde RussianSpaceWeb.
Sin embargo este no es el primer problema que deben enfrentar desde la Estación Espacial Internacional (ISS por sus siglas en inglés). La nave espacial Starliner está hace más de 3 semanas en la Estación, cuando se suponía que debía estar alrededor de 10 días.
Problemas técnicos recurrentes han hecho que el regreso de la tripulación de esa nave se haya retrasado hasta nuevo aviso.