Este lunes el Ministerio de Justicia de Corea del Sur impuso una prohibición de salida del país al presidente Yoon Suk-yeol, quien está siendo investigado por cargos de traición, amotinamiento y abuso de poder.
La decisión llegó luego del polémico decreto de ley marcial de la semana pasada que habría sido motivado, según las acusaciones, por la protección de la primera dama (tiene acusaciones de corrupción) y la supervivencia política del mandatario.
La investigación, liderada por la policía y la Fiscalía, también involucra a altos funcionarios gubernamentales y militares que habrían colaborado en la aplicación de la ley marcial. La oposición y sectores críticos consideran esta acción un abuso de poder sin precedentes.
Tras la fallida moción parlamentaria para destituir a Yoon el sábado pasado, su partido, el conservador Partido del Poder Popular (PPP), propuso un plan para que el presidente deje sus funciones “de forma temprana y ordenada”, y que mientras “dejará de asumir sus funciones en asuntos estatales, incluyendo la diplomacia” en favor del primer ministro, Han Duck-soo.
El bloque opositor, el liberal Partido Democrático, tachó el plan del PPP, que aparentemente busca minimizar el daño infligido entre los votantes de la ley marcial declarada por Yoon. El PD planea presentar una nueva moción de destitución este miércoles.
El sábado la oposición solo consiguió el apoyo de tres parlamentarios del PPP. Necesitan el voto de al menos ocho legisladores para alcanzar la mayoría de los dos tercios necesarios en la cámara para cesar a Yoon.
En medio de esta crisis política, el Ministerio de Defensa Nacional recordó que el presidente sigue siendo el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas. “Legalmente, (el control del Ejército) actualmente recae en el comandante en jefe (que en Corea del Sur es el presidente)”, dijo el portavoz del ministerio, Jeon Ha-kyou, cuestionando la viabilidad del plan del PPP para limitar los poderes del mandatario.
Esta declaración pone en duda el marco propuesto para la dimisión del mandatario por el partido gobernante.
El sábado, horas antes de la fallida votación, Yoon ofreció disculpas públicas por la declaración de la ley marcial. Alegío que fue un acto de “desesperación” y aseguró que no volverá a decretar el estado de excepción. A su vez, el ministro de Defensa Nacional en funciones, Kim Seon-ho, afirmó que no se está preparando otra ley marcial y que, incluso si se propusiera, las Fuerzas Armadas no acatarían la medida.