Cuando creíamos que los casos de Covid-19 habían cesado, un nuevo brote sacudió a una isla paradisíaca en China, por lo que las autoridades se vieron obligadas a tomar medidas extremas. Impusieron un estricto confinamiento y además, las personas deberán realizarse varios test para salir de la isla.
Las restricciones entraron en vigor este sábado en un intento de las autoridades de frenar la propagación del coronavirus en esta ciudad ubicada en la isla tropical de Hainan. Hasta el viernes había 229 casos confirmados y este sábado se reportaron otros 129.
“Instamos al público en general y a los turistas a comprender y dar su apoyo”, dijeron las autoridades en un comunicado en la cuenta de WeChat del gobierno de la ciudad. El gobernante Partido Comunista de China se adhiere incondicionalmente a un enfoque de “Covid cero” que contradice cada vez más al resto del mundo.
Lo cierto es que en Shanghái también registraron otro brote. Frente a esta situación, las autoridades declararon en confinamiento a toda la ciudad, la mayor del país, por dos meses, atrapando a millones de personas y asestando un golpe a la economía nacional.
La nueva medida incluye la prohibición de la venta de pasajes de tren y la cancelación de todos los vuelos. Los turistas que desean salir tienen que dar negativo en el virus en cinco pruebas en siete días.
Micah Hostetter, un consultor de negocios con sede en Shanghái que tenía previsto salir el domingo después de una semana de estadía, protestó por esta contrariedad luego de haber vivido una situación similar. “¡Es un desastre! No sabemos cuánto tiempo vamos a estar aquí, esperamos que no sea tanto”, dijo Hostetter, que tuvo más de dos meses de encierro en Shanghái a principios de año.
Mientras tanto, los hoteles ofrecerán a sus huéspedes un descuento del 50% durante el confinamiento, dijo un funcionario municipal en conferencia de prensa. El confinamiento se produce en el pico de la temporada turística en Sanya, famosa por sus playas.