Gracias a los detalles publicados por la Agencia EFE, se pudo acceder al informe del Estado Mayor Conjunto (JCS) que subraya que, con el diálogo estancado durante mucho tiempo, Corea del Norte ha “seguido reforzando sus capacidades nucleares y de misiles” y que, “aunque existe la posibilidad de diálogo”, puede incurrir en “provocaciones militares”.
El texto ha sido remitido para auditoría unos pocos días después de que Pyongyang realizara su cuarta prueba de misiles en 20 días y de que a su vez el líder norcoreano, Kim Jong-un, ordenara restaurar las comunicaciones con Seúl, rotas hace dos meses, y abriera la puerta al diálogo insistiendo en que el Sur no es su objetivo militar.
El informe cita en este sentido una serie de activos como los nuevos cazas F-35 surcoreanos adquiridos de EE.UU., su nuevo misil tierra-aire Cheongung II o sus nuevos misiles balísticos diseñados para ser lanzados desde un submarino, que Seúl exhibió hace unas tres semanas en respuesta a un lanzamiento norcoreano.
El ejército de Corea del Sur está reviendo la situación regional, haciendo foco en la tensión que existe y se manifiesta entre EE.UU. y China y también la de la península a partir de lo dicho por Kim Jong-un durante el congreso del Partido Único en enero, en el que aseguró que Pyongyang está desarrollando todo tipo de armamento de última generación.