El plan de la Comisión Europea que será debatido por los Estados miembros, establece que cada país debe “hacer todo lo posible” para reducir su consumo nacional de gas en al menos un 15% entre agosto de 2022 y marzo de 2023. Bruselas también propone un mecanismo que establezca “objetivos vinculantes de reducción de la demanda” para los 27 países miembros en caso de “riesgo sustancial de escasez”.
“Rusia nos está chantajeando, utilizando el gas como arma”, dijo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, al presentar el plan de Bruselas para reducir el consumo de gas de la UE. “Y si alguna vez hay una interrupción importante o incluso una interrupción total del suministro de gas (ruso), Europa tendrá que estar preparada”, agregó.
Además, añadió, la Unión Europea ya ha logrado llenar sus depósitos conjuntos de gas al 64 % de su capacidad -el objetivo es que estuvieran al 80 % para noviembre- y ha aumentado el suministro de gas no ruso en 35 kilómetros cúbicos desde enero gracias al incremento desde otros países, como Estados Unidos, Noruega o Catar, entre otros.
También se ha logrado el equivalente a cuatro kilómetros cúbicos de gas natural mediante un incremento adicional de 20 gigavatios de capacidad de energías renovables, que Bruselas recomienda priorizar en la búsqueda de recursos alternativos al gas en la reducción de su consumo.
Ante la posibilidad de que algunos Estados miembros rechacen el objetivo de reducción de consumo de gas, Von der Leyen señaló que la Comisión tiene herramientas para hacerlo cumplir, pero subrayó la importancia de que esta opción “sea el último recurso” y que se cree “conciencia sobre lo interdependientes que somos” para que impere el principio de solidaridad.