Desde el 1 de octubre, una nueva y controvertida ley entrará en vigor en el estado de Florida, Estados Unidos. Esta reforma a la ley de penas permite que la violación de niños menores de 12 años pueda ser castigada con la pena de muerte. La legislatura de ese estado aprobó abrumadoramente esta medida en abril, con el respaldo tanto de los partidos Republicano como Demócrata, otorgando a los fiscales estatales la opción de solicitar la pena de muerte en casos de agresión sexual infantil.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, firmó esta controvertida ley el 1 de mayo de este año, desafiando una resolución previa de la Corte Suprema de Estados Unidos emitida en 2008. Dicha resolución prohibía a los estados ejecutar a los depredadores sexuales infantiles a menos que también asesinaran a sus víctimas. No obstante, DeSantis expresó su desacuerdo con esta decisión, argumentando que en Florida creen que los peores crímenes merecen el peor de los castigos.
El proyecto de ley, que afectará a la fase de sentencia de los casos, otorga a los jueces la discreción de imponer la pena de muerte o sentenciar a los acusados a cadena perpetua. Sin embargo, se establece que si menos de ocho jurados recomiendan la pena de muerte, los jueces deberán imponer cadenas perpetuas.
Esta decisión ha generado un fuerte debate, con defensores de los derechos de los niños y abogados argumentando que la amenaza de la pena de muerte podría llevar a los violadores infantiles a asesinar a sus víctimas, ya que estas podrían ser menos propensas a hablar sobre el abuso sufrido. Además, han señalado que esta medida contradice la resolución previa de la Corte Suprema de Estados Unidos.
El impacto de esta nueva ley, que estará vigente a partir del 1 de octubre, tendrá un profundo efecto en la justicia penal en Florida, ya que cambia la forma en que se abordan los casos de agresión sexual infantil y plantea preguntas importantes sobre la pena de muerte en casos que no involucran homicidio. Los jurados seguirán teniendo la responsabilidad de encontrar culpables a los acusados antes de que comience la fase de sentencia, pero esta nueva ley redefine drásticamente las posibles consecuencias para los condenados por violación infantil en el estado de Florida.