Dos monjes pertenecientes a una corriente integrista de la Iglesia Católica fueron inculpados por haber quemado parcialmente una antena de telefonía móvil y haber intentado prender fuego a otra en el sureste de Francia alegando que las ondas que emiten estas infraestructuras son perniciosas para la salud.
Según informaron este martes los medios locales, ambos hombres, de 39 y 40 años, están bajo control judicial mientras aguardan a ser juzgados por los cargos de “destrucción e intento de destrucción a través de un incendio” y “asociación de los malhechores”.
Los hechos sucedieron de la noche del 14 al 15 septiembre en Saint-Forgeux, en el noroeste de Lyon, y la noche siguiente, en la localidad de Ancy, donde fueron arrestados por la Gendarmería en delito flagrante.
Los monjes pertenecen a la comunidad tradicionalista de los Capuchinos de la localidad de Villié-Morgon (sureste de Francia) y pretendían denunciar con su acción los efectos nocivos de las ondas de las antenas telefónicas, especialmente las de última generación 5G.