Las fuerzas de seguridad rusas desplegaron un impresionante operativo con helicópteros y varias unidades de uniformados para capturar al ‘hijo de Dios’, conocido popularmente como Jesús de Siberia.
Se trata de Sergey Torop –o Vissarion-, un ex policía de 59 que fundó la controvertida Iglesia del Último Testamento en Siberia en la década de 1990 a través de la que anunció inicialmente la inminente llegada del mesías y, luego lisa y llanamente, se proclamó él mismo como la reencarnación de Cristo.
Los orígenes ‘mesiánicos’ de Torop se remontan al año 1989, cuando a sus 29 se quedó sin empleo por la implosión de la URSS en la ciudad de Minusinsk. Tras esos tumultuosos días, Vissarion aseguró que tuvo la revelación: él hijo de Dios.
A partir de entonces comenzó a impartir enseñanzas religiosas que lo situaban como un mediador entre Dios y el pueblo y poco a poco fue conformando un núcleo de seguidores, conocidos hoy como Vissarionites. Estos fieles aumentaron en número a medida que la descomposición social y económica de la naciente Federación Rusa hacía mella en sus ciudadanos.
En el año 1994 establecieron su primer asentamiento en Tiberkul, Krasnoyarsk, Siberia, y el culto se hizo cada vez más popular en la región. Entre las enseñanzas los vissarionites siguen reglas estrictas que les impide comer carne, fumar, beber y cambiar dinero.
Según lo informó la BBC, Torop fue detenido junto a otros dos miembros de la secta religiosa acusados de extorsionar a sus seguidores para pedirles dinero y de causarles daño físico y psicológico.
Sergey Torop, Vadim Redkin y Vladimir Vedernikov son sospechosos de “establecer una asociación religiosa cuyas actividades implican violencia contra individuos y de infligir daños corporales graves a dos o más personas”, dijo una portavoz del Comité de Investigaciones de Rusia.
Los tres sospechosos fueron capturados durante una redada cinematográfica debido al temor de resistencia por parte de los más de 4 mil seguidores que había en las inmediaciones de la residencia del líder espiritual.