El ministro de Relaciones Exteriores de Dinamarca, Jeppe Kofod, afirmó este martes 25 de enero que hay una “invitación clara” para que las tropas danesas permanezcan desplegadas en Malí. Un día antes, el Gobierno de transición de Malí había exigido su retirada de inmediato, ya que aseguraron que no fue consultado sobre la presencia militar danesa y su despliegue no siguió el protocolo pertinente en el país africano.
En declaraciones a los periodistas en Bruselas, Kofod aseguró que las tropas danesas están en Malí “al igual que los otras componentes de la operación” antiterrorista liderada por Francia. Kofod apuntó que existe “considerable incertidumbre en las declaraciones del Gobierno de transición”, sin embargo, el Gobierno danés sigue en contacto con las autoridades africanas. De igual forma, Kofod criticó la supuesta presencia de mercenarios rusos en Malí y la calificó de “altamente problemática”.
Las tensiones en Malí se intensificaron luego de que las autoridades de transición fueran acusadas de permitir el despliegue de contratistas militares de la empresa rusa de seguridad privada Wagner. En este sentido, algunos países de la Unión Europea dijeron que su presencia es incompatible con la misión de las tropas desplegadas en el país africano. Los socios internacionales de Malí, incluidos organismos regionales y la UE, sancionaron a su Gobierno de transición por no organizar elecciones generales tras dos golpes militares.
Alrededor de 90 personas, incluidos cirujanos y fuerzas especiales del Ejército danés, fueron enviados a Malí como parte de la Fuerza de Tarea Takuba, según la página web del Ministerio de Defensa danés. La fuerza está compuesta por tropas de 14 países europeos y su misión es proporcionar fuerzas especiales, así como apoyo logístico y táctico a las tropas regionales en operaciones específicas contra militantes islamistas.
Se espera que la fuerza ayude a Malí y a los vecinos del Sahel de África occidental, Burkina Faso y Nigeria a enfrentar a los militantes yihadistas vinculados a Daesh/Isis y Al-Qaeda que han ocupado diversas áreas en la zona donde confluyen los tres países.