Un hecho insólito se vivió en España, luego de que un hombre británico fuera obligado a destruir su propia casa para evitar ir a prisión. ¿Cuál era el motivo? Autoridades le informaron que era una de las 350 viviendas a las que el ex alcalde Juan Vera (quien finalmente recibió su propia sentencia de prisión), les dio ilegalmente permiso de construcción.
Según destacan medios locales, el dolor fue doble para este hombre de 67 años de Suffolk, Reino Unido, porque no sólo tuvo que despedirse de su amado hogar, sino que todo el proceso se dio apenas 2 meses después de que falleciera su esposa Diana, de cáncer a la edad de 71 años.
“Diana luchó contra el cáncer de mama durante seis años antes del cáncer de intestino; estoy seguro de que el estrés lo provocó”, dijo Gurney Davey esta semana mientras demolía su casa cerca de Tolox, Málaga. “Estaba angustiado al principio, mi presión arterial estaba por las nubes y luego perdí a mi esposa”.
Davey tuvo que hacerse cargo del gasto de la demolición, unos 2 mil dólares. No obstante, el hombre contó que en realidad había sido “una especie de alivio” ya que había sido una larga lucha legal de casi 20 años que terminaba, no como él hubiera querido, pero terminaba al fin.
“Afortunadamente ya se acabó”, explicó. “Ha estado sucediendo durante tanto tiempo, finalmente he aceptado lo que hay que hacer. Haberla demolida fue en realidad un alivio”, agregó.”.
La historia empieza en 2004, cuando Davey y su mujer construyen su casa en un terreno que habían adquirido el año anterior. “Pensamos que habíamos hecho todo bien. Recibimos asesoramiento legal y recurrimos a un abogado para obtener el permiso para construir la casa”, explicó Davey.
Sin embargo, un tiempo después la Guardia Civil denunció a la vivienda por una “construcción ilegal”. Y el tribunal de Málaga les dio la razón. La casa de dos dormitorios de Davey nunca debería haberse construido.
Davey había intentado legalizar la construcción de su casa durante años. Habia gastado más de 25 mil dólares en trámites que le pedía el ayuntamiento pero el tribunal finalmente se negó a aceptar los nuevos trámites y le ordenó derrumbar la vivienda.
El hombre además fue sentenciado a 6 meses de cárcel y a pagar una multa de 10 dólares por día durante un año. Aunque evitó ir a la cárcel al derrumbar su casa, como lo hizo la semana pasada.
Insólitamente, el terreno todavía le pertenece, por lo que el hombre contó que planea seguir viviendo allí. Aunque tiene prohibido construir.
Así entonces, Davey que es padre de tres hijos está planeando una vida minimalista quedándose en una camioneta convertida, para que sus cinco perros aún tengan espacio para deambular.
“Esta tierra es mi hogar, es mi vida y estos perros son todo lo que me queda”, cerró el hombre sin casa, pero todavía con una tierra.