Continuando con la escalada bélica en la península, unidades de marines de Corea del Sur, EE.UU. y Reino Unido están realizado un ejercicio de infiltración aérea y anfibia de “alta intensidad” en plena tensión con Corea del Norte, según informó este jueves el Cuerpo de Marines surcoreano en un comunicado.
El ejercicio Ssangyong (que significa “Doble dragón”) se está llevando a cabo, como todos los años, en torno a la ciudad de Pohang (costa suroriental de Corea del Sur) y este año han incluido también, por primera vez, al Cuerpo Real de Marines británico para “reforzar capacidades operativas conjuntas”. Las maniobras Ssangyong, que no se llevaban a cabo tras su suspensión en 2018 para facilitar el -ahora inexistente- diálogo con Corea del Norte, arrancaron el lunes y durarán hasta el 3 de abril.
Durante los simulacros se han realizado operativos de desembarco aéreo y anfibio para ejecutar infiltraciones en áreas objetivo que han incluido prácticas de fuego de precisión o de tiro en movimiento, según el Cuerpo de Marines surcoreano. A su vez, el Ejército de Tierra surcoreano informó hoy de que ha completado un ejercicio con fuego real de cuatro días de duración junto a tropas estadounidenses en Pocheon, cerca de la frontera intercoreana.
Todas esas maniobras conjuntas se engloban en el conjunto de ejercicios sobre el terreno (FTX) Warrior shield, que coinciden con la celebración de las prácticas de puesto de mando (CPX) Freedom shield, que los aliados vienen realizando desde el 13 de marzo y que concluyen hoy.
Corea del Norte, por su parte, prometió dar una respuesta contundente a estas grandes maniobras, las mayores en cinco años, y ha realizado al menos cinco lanzamientos de misiles en las últimas dos semanas, el último ayer, cuando disparó varios misiles de crucero desde su costa nororiental.
Los ejercicios llegan tras un 2022 en el que Pyonyang, que ha rechazado ofertas para retornar al diálogo, realizó un número récord de pruebas de armas y en el que Seúl y Washington volvieron a realizar grandes maniobras y a desplegar portaaviones de propulsión nuclear o bombarderos estratégicos estadounidenses en la península, a la vez que coordinan la venta y provisión de armas de parte del sur.