Las bebidas alcohólicas están terminantemente prohibidas en el espacio. Y por muy insólito que parezca, los astronautas se las ingenian para introducir pequeñas dosis del líquido recreativo para desestresarse mientras están flotando en la Estación Espacial Internacional (ISS) de la NASA.
Cabe preguntarse: ¿Por qué están prohibidas las bebidas alcohólicas en el espacio? Los motivos son varios, algunos son científicos y otros sociales relacionados a normas de precaución.
Pero lo cierto es que hay astronautas de la NASA, ESA, Cosmonautas de la agencia espacial de Rusia y otras organizaciones que practican el “contrabando” de alcohol en las naves espaciales, detalla el portal Fayerwayer.
Según reseña Computer Hoy, el coñac, brandy y el vodka es de las bebidas que los astronautas han ingresado de forma clandestina a la Estación Espacial Internacional.
El medio citado hace esta publicación basado en el testimonio de los mismos protagonistas que plasmaron sus experiencias en libros y entrevistas.
Efectos del alcohol en el espacio
Las bebidas alcohólicas no son buenas para el cuerpo humano. Este líquido tiene reacción cuando se somete a la microgravedad, gracias a uno de sus componentes llamados etanol.
Lo que se conoce de este compuesto es que interactúa con los gases de la estación espacial y podría cambiar el sabor de, por ejemplo, el whisky, vodka, brandy o coñac.
En el caso de la cerveza o los vinos espumantes, las burbujas se quedan asentadas en el fondo de los vasos o las botellas y cuando se consumen, se quedan en la garganta y generan eructos líquidos que representan un peligro para la nave y la tripulación.
Otro de los motivos es que bajo los efectos del alcohol, un astronauta no está dentro de sus cabales. Y por lo tanto, en caso de emergencia, no estaría lúcido para resolver tal situación.
Otro factor, no menos importante, es que la NASA también lo prohíbe ya que debe cuidar la imagen de la organización en los constantes contactos que realizan con los medios de comunicación.
Libros sobre el tema
Computer Hoy cita un libro llamado “Alcohol en el Espacio”, escrito por Chris Careberry. En este compacto se detallan entre otras cosas, como astronautas rusos han introducido “botellas de coñac en libros huecos, en recipientes etiquetados como zumos, e incluso han hecho dietas estrictas para poder introducir botellas en sus trajes espaciales y seguir cumpliendo los requisitos de peso”.
Las palabras de Careberry son corroboradas por el astronauta estadounidense Clayton Anderson, quien afirma lo siguiente: “La NASA le dirá que no hay alcohol a bordo de la ISS. Como persona que vivió allí durante cinco meses, te diré que eso es falso”.