Tiene 12 años y es el biólogo molecular más joven del mundo: dice que quiere “ayudar a la humanidad”

Se trata de Ian Emanuel González Santos, un chico mexicano con un impresionante coeficiente intelectual y mucha curiosidad. A los 9 años terminó la escuela primaria y secundaria. Actualmente trabaja en una investigación para descubrir una forma de degradar plástico y reducir su impacto en el medio ambiente.

Tiene 12 años y es el biólogo molecular más joven del mundo: dice que quiere “ayudar a la humanidad”
Su madre fue una figura muy importante a lo largo de su trayectoria académica. Foto: EFE/ Francisco Guasco

Un joven mexicano, oriundo de la localidad de Puerto Vallarta, se convirtió en biólogo molecular con tan solo 12 años. Como si esto no fuera suficiente, algunos de sus próximos objetivos son participar en los Juegos Olímpicos y tener un artículo académico publicado.

Ian Emanuel González Santos concluyó su Maestría en Biología Molecular en la Universidad de Guadalajara al mismo tiempo en que se encontraba cursando la Licenciatura en Químico Farmacéutico Biólogo. Sus grandes pasiones son la música, el parkour, los videojuegos y el conocimiento.

Sus ansias por aprender, junto a su convicción e impresionante historia de vida han causado un gran impacto alrededor del globo. Y es que, a la temprana edad 1 año y 6 meses, Ian ya contaba con un elevado coeficiente intelectual que le permitió comenzar a comunicarse como un adulto.

Para los 3 años, el pequeño ya podía leer y a los 9 ya había concluido con su educación primaria, secundaria y preparatoria. Tras esto, su objetivo era encaminarse hacia una carrera universitaria en la que pudiera encontrar la respuesta a todas sus inquietudes.

“Desde muy pequeño tenía conocimientos de química, microbiología, hematología, biología, molecular, participé también en concursos de química en general, gané el primer y segundo lugar y en ese punto dije: necesito aprender más, necesito profundizar; acredité todos mis grados y empecé a buscar una carrera que tuviera todas estas ramas involucradas”, declaró.

Fue en la casa de estudios de Guadalajara en donde encontró la respuesta. Con la ayuda de su madre, Sandra Santos, -quien se aseguró que pudiera llevar sus estudios a la par de la Maestría- Ian compartió sus clases junto a compañeros mucho más grandes que él.

Con tan solo 18 meses, Ian podía comunicarse como un adulto y comenzó a leer a los 3 años. Foto: EFE/ Francisco Guasco
Con tan solo 18 meses, Ian podía comunicarse como un adulto y comenzó a leer a los 3 años. Foto: EFE/ Francisco Guasco

Culminada la maestría yo tenía unos conocimientos tan maravillosos, tan increíbles y se complementó perfectamente con lo que me enseñaron en las materias de biología molecular y genética, o sea, tenía muchas dudas y profundizar todavía más se me hacía algo tan maravilloso, le doy las gracias a mi mamá y a todo lo que aprendí porque así tuve más conocimientos, más preguntas y he aprendido mucho más”, comentó con alegría a medios locales.

Su madre fue una figura trascendental en su récord académico, puesto que el menor de edad completó sus estudios iniciales estudiando en su casa a causa de sufrir bullying en las instituciones. Asimismo, Ian sentía que los docentes no lo ayudaban a disolver sus interrogantes.

“Enfrentarse a todo eso fue agotador, todo un reto para mí. Él sufría, entonces no tenía ningún sentido que él asistiera a una escuela que no le proporcionaba ningún tipo de conocimiento. Fue difícil tomar la decisión porque eso significó dejar nuestra vida en Puerto Vallarta, dejar todo para que él fuera lo que es ahora: un niño feliz, un niño pleno”, contó Sandra.

"Me gustaría ser un atleta de alto rendimiento e incluso llegar a unos Juegos Olímpicos", reveló Ian. Foto: EFE/ Francisco Guasco
"Me gustaría ser un atleta de alto rendimiento e incluso llegar a unos Juegos Olímpicos", reveló Ian. Foto: EFE/ Francisco Guasco

SUS DESEOS COMO INVESTIGADOR Y ATLETA

Tras hacerse con el título de biólogo molecular, Ian trabaja en una investigación junto a otro académico para descubrir un método de degradar plástico PET por medio de la utilización de bacterias. “Me estoy esforzando mucho para que esto dé frutos y también para poder apoyar en algo a la humanidad, para tener un artículo publicado, aunque sea como como ayudante de con investigador por así decirlo, aunque no sea un gran paso”, precisó.

Asimismo, sus ambiciones no se limitan al ámbito científico, sino que otro de sus sueños es convertirse en un atleta de alto rendimiento. Por ello es que, al finalizar con sus estudios, comenzó a ejercitarse de 3 a 4 horas diarias y entrena en 80 y 150 metros llanos en atletismo. “Me gustaría ingresar a un doctorado. Estoy buscando la mejor opción y también ser un atleta de alto rendimiento e incluso llegar a unos Juegos Olímpicos. Me encantaría”, reveló sobre su futuro.

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