El Senado de Estados Unidos aprobó este jueves una extensión temporal del presupuesto, que será luego refrendada por la Cámara de Representantes, para evitar la parálisis de los servicios públicos federales.
El texto de ley prevé una prolongación del actual presupuesto hasta el 3 de diciembre, y tuvo respaldo de republicanos además de los demócratas de Joe Biden, que luego deberá promulgar la norma. El plazo para evitar la parálisis de servicios vence a la medianoche del jueves. ”Este es un buen resultado, del cual estoy feliz”, expresó el líder de los demócratas en el Senado, Chuck Schumer, antes de la votación, cuyo resultado había sido anticipado.
Con las dificultades que enfrenta el presidente Biden para apobar sus megaproyectos de gastos sociales e infraestructura y el potencial incumplimiento de obligaciones por parte de Estados Unidos si el Legislativo no aumenta o suspende el techo de la deuda, el cierre o “shutdown” del gobierno luce como el menor de los problemas. Hay tanto en juego que Biden prefirió anular un viaje a Chicago y encabezar las negociaciones con los legisladores. Sortear un “shutdown” evitaría tensiones en medio de las negociaciones por los proyectos de Biden y la amenaza del default si no se aumenta o se suspende rápidamente el límite de endeudamiento.
Los legisladores deben aumentar antes del 18 de octubre la capacidad de endeudamiento del país si quieren evitar el primer default en la historia de la mayor potencia económica mundial. ”El tiempo es limitado, el peligro es real”, remarcó Chuck Schumer el jueves. Los republicanos rechazan suspender el límite de emisión de deuda, pues consideran que sería un cheque en blanco para el gobierno de Biden. Por eso dejaron la decisión en manos de los demócratas, que deberán apelar a sus propios votos para aprobar esta medida a través de una maniobra parlamentaria que podría tomar tiempo. Pero Schumer asegura que “esta vía es demasiado arriesgada”, y señala que la deuda se acumuló sobre todo bajo anteriores gobiernos.
La Cámara de Representantes aprobó por su parte el miércoles un texto que prevé suspender el techo de la deuda hasta diciembre de 2022, pero sin apoyo republicano en el Senado la iniciativa nació muerta. Hay mucha incertidumbre acerca de cuál será la solución que halle el Congreso.
Respecto a los planes de Biden, legisladores del ala izquierda del Partido Demócrata amenazan con hacer fracasar una votación final sobre el proyecto de infraestructura prevista para el jueves en la Cámara, indignados por no haber recibido garantías firmes por parte de los centristas sobre el avance del gigantesco plan de reformas sociales. Un manto de duda rodea estos planes clave del gobierno de Biden, que implican un gasto estimado en torno a los 5 billones de dólares.
La administración Biden ya está tratando de preparar a la opinión pública para la eventualidad de una postergación de la adopción de estos megaproyectos. ”No es un gran cataclismo si no hay votación hoy”, dijo a CNN la secretaria de Energía, Jennifer Granholm. Pero aquí también se acaba el tiempo: los demócratas corren el riesgo de perder sus ajustadas mayorías en las elecciones parlamentarias de noviembre de 2022.