El Ejército israelí aguarda una “decisión política” para lanzar una ofensiva terrestre en el norte de la Franja de Gaza como respuesta a los ataques de Hamas. La situación en Gaza es crítica, con una población civil huyendo hacia el sur mientras el territorio se encuentra sitiado y devastado por intensos bombardeos.
La ONU informó que un millón de los 2.3 millones de palestinos en Gaza ya abandonaron sus hogares debido a los ataques aéreos de Israel. Mientras tanto, el Papa Francisco se suma a los llamados internacionales para abrir corredores seguros que permitan la entrega de ayuda humanitaria a la población civil de Gaza.
Israel respondió a la incursión de Hamas el 7 de octubre con bombardeos desde territorio israelí, lo que resultó en una cifra elevada de víctimas civiles.
A pesar de que el Ejército israelí instó a los civiles en el norte del enclave a desplazarse al sur, una ofensiva terrestre no comenzó de inmediato, aparentemente por razones humanitarias. Decenas de miles de soldados israelíes esperan una “decisión política” que les indicará cuándo comenzar la ofensiva terrestre, dijeron hoy a periodistas los voceros militares Richard Hecht y Daniel Hagari.
El ataque de Hamas, el peor de la historia de Israel, dejó 1.300 muertos, en su mayoría civiles, y al menos 126 personas fueron tomadas como rehenes, según un nuevo balance de secuestrados dado hoy por el Ejército israelí, informó Télam.
En un primer momento, las autoridades israelíes manejaron la cifra de 150 israelíes y extranjeros capturados por el movimiento islamista, pero el balance fue revisado a la baja tras el hallazgo de cuerpos en el sur de Israel, explicaron autoridades.
El portavoz militar Hecht, afirmó que la cifra de 126 rehenes había sido “confirmada” y que los soldados encontraron los cadáveres de algunos de ellos durante sus incursiones en el enclave palestino, pero no dio más detalles. Hamas había afirmado que 22 rehenes habían muerto en los bombardeos israelíes.
Por su parte, los bombardeos de Israel mataron a más de 2.300 personas, entre ellas más de 700 niños, en la densamente poblada y paupérrima Franja de Gaza. Más de 9.000 personas resultaron heridas, según las autoridades locales.