Los ministros de Exteriores del club de naciones industrializadas del G7 exigieron a Rusia que retire sus fuerzas de la central nuclear de Zaporiyia y de otras plantas en Ucrania y las devuelva al control de las autoridades en Kiev para garantizar un funcionamiento seguro.
El G7 -integrado por Estados Unidos, el Reino Unido, Canadá, Japón, Francia, Italia y Alemania, que en estos momentos ejerce de anfitriona- realizó este llamamiento cuando se recrudecen las tensiones en torno a la mayor central nuclear de Europa.
“Es la permanencia del dominio ruso sobre la central nuclear la que pone en riesgo la región,” afirmaron los ministros en un comunicado en el que se declararon “profundamente preocupados” por la “seria amenaza” que emana de la ocupación rusa de las instalaciones.
Ésta “eleva significativamente el riesgo de un accidente o de un incidente nuclear y pone en peligro a la población de Ucrania y de los estados vecinos y a la comunidad internacional”, aseveraron. Al mismo tiempo, el Gobierno ucraniano ha informado al Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) de un incidente provocado por un bombardeo el sábado cerca de la instalación de almacenamiento de combustible gastado en seco en la central que habría causado “algunos daños”, aunque sin influir en la radiación de la zona.
Los ministros agregaron que el control ruso impide además que el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) implemente medidas para la supervisión de las actividades nucleares civiles en Ucrania. En este sentido, los titulares de Exteriores manifestaron su apoyo a los esfuerzos del director general de la agencia de la ONU, Rafael Grossi, para reforzar la seguridad nuclear en el país en el marco del conflicto.
“Subrayamos la importancia de hacer posible el envío de expertos del OIEA a Zaporiyia para aclarar las preocupaciones sobre la seguridad y las garantías nucleares, así como las medidas a tomar al respecto.” destacaron.
Tras varios ataques contra la central de Zaporiyia a finales de la semana pasada, Kiev y Moscú -que controla la central prácticamente desde el inicio de la invasión de Ucrania- se acusaron mutuamente de poner en riesgo la seguridad de la instalación.