La ministra de Interior de Reino Unido, Suella Braverman, presentó ayer su renuncia a la primera ministra, Liz Truss, tras saltarse los protocolos de seguridad, en un contexto especialmente delicado por el Gobierno por la fallida política económica, que ya derivó la semana pasada en la salida del titular de Finanzas, Kwasi Kwarteng.
Braverman, antigua fiscal general, asumió su actual cargo con el ascenso de Truss al poder, hace algo más de un mes. Ambas mantuvieron ayer una reunión en la que la titular de Interior presentó su renuncia, que fuentes de la BBC la desvinculan de un supuesto malestar interno.
Más tarde, la propia Braverman publicó un comunicado en su perfil de Twitter en el que aclaró que presentó su dimisión después de enviar desde su correo electrónico personal “parte de un compromiso político” sobre migración a otro parlamentario. Aunque detalló que el destinatario del correo electrónico era un parlamentario de “confianza”, la forma en la que esta información ha sido transferida “constituye una infracción técnica de las normas”.
Por su parte, el líder del Partido Laborista británico, Keir Starmer, pidió este jueves la celebración inmediata de unas elecciones generales anticipadas en el Reino Unido, ante el “caos” en el que está sumido el Gobierno de la primera ministra, la conservadora Liz Truss. “Necesitamos unas elecciones generales ahora”, afirmó Starmer, en un discurso ante el congreso anual de la confederación sindical TUC, en el que expuso las prioridades de un futuro Ejecutivo laborista.
El dirigente sostuvo que el Partido Conservador debe “dejar el futuro del país fuera de sus patéticas trifulcas” y acusó al Gobierno de haber alcanzado “un nuevo y caótico mínimo”, tras la renuncia de Braverman y una accidentada votación en la Cámara de los Comunes.