El Papa Francisco ha dado su autorización hoy para la beatificación del cardenal argentino Eduardo Pironio, quien fue el creador de las Jornadas Mundiales de la Juventud. Esta decisión se tomó después de que el Vaticano reconociera un milagro que se atribuye al purpurado, ocurrido en 2006.
Según fuentes del Vaticano informaron a Télam, la ceremonia de beatificación se llevará a cabo en Luján antes de que termine el año, y en representación de la Santa Sede participará el cardenal español Fernando Vérgez Álzaga, quien fue el secretario de Pironio durante 23 años.
La noticia de la beatificación se dio a conocer este miércoles, cuando el Papa autorizó al prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, el italiano Marcello Semeraro, a publicar el decreto en el que la Santa Sede reconoce la intercesión de Pironio en la curación inexplicable de Juan Manuel Franco, un bebé que, en 2006, salió de un coma profundo después de que sus padres rezaran a la figura del futuro beato.
El anuncio de la beatificación llega después de que una junta de médicos del Vaticano constatara que la recuperación de Franco “supera la explicación médica” y que una Comisión de Teólogos confirmara que la familia del niño había orado a Pironio por su sanación.
La recuperación de Franco ocurrió después de que, el 1 de diciembre de 2006, aspirara accidentalmente el contenido de un recipiente con purpurina. El niño quedó en un coma profundo, pero después de que sus padres rezaron a una estampita del cardenal Pironio durante 13 días, el niño se despertó sin rastros de elementos tóxicos en su sangre.
El Papa había reconocido en 2022 las “virtudes heroicas” de Pironio y lo declaró “venerable”. Eduardo Pironio, el más joven de una familia de 22 hermanos en La Plata, fue el creador de las Jornadas Mundiales de la Juventud, que se celebran cada tres años con la presencia del Papa.
Nacido en 1920 en la localidad bonaerense de 9 de Julio, Pironio fue el primer latinoamericano en desempeñar un cargo en la Curia Romana y fue uno de los fundadores de la teología basada en la doctrina social de la Iglesia.
El nuevo beato desempeñó un papel destacado a nivel regional en el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), donde fue Secretario General de 1968 a 1972 y Presidente de 1972 a 1974. Participó activamente en las Conferencias Generales del Episcopado Latinoamericano en Medellín (1968), Puebla (1979) y Santo Domingo (1992).
Eduardo Pironio tuvo dos etapas significativas en su vida, una “latinoamericana” y otra “romana”, con múltiples responsabilidades papales en ambos continentes. Fue considerado “papable” en los cónclaves de 1978, que finalmente eligieron a Juan Pablo I y, después de su fallecimiento, a Juan Pablo II. El cardenal fue percibido como demasiado progresista por algunos sectores debido a su amistad con el santo salvadoreño Oscar Arnulfo Romero y el obispo Enrique Angelelli, quienes fueron asesinados debido a su compromiso social.
Debido a su cercanía a la izquierda, Pironio fue perseguido en Argentina y llamado a Roma por San Pablo VI en 1974 para ser prefecto de la Congregación de los Institutos de Vida Consagrada. Diez años después, Juan Pablo II lo nombró presidente del Pontificio Consejo para los Laicos.
Pironio fue creado cardenal en el consistorio del 24 de mayo de 1976, y el proceso de su beatificación se inició en 2003, coincidiendo con el quinto aniversario de su fallecimiento el 5 de febrero de 1998.