El papa Francisco besó una bandera de Ucrania y denunció este miércoles las “nuevas atrocidades, como la masacre de Bucha”, al referirse a los asesinatos de civiles por los que las autoridades del país europeo responsabilizan al Ejército ruso.
”Las recientes noticias sobre la guerra en Ucrania, más que traer alivio y esperanza muestran en cambio nuevas atrocidades, como la masacre de Bucha”, denunció el pontífice durante la Audiencia General en el Vaticano.
Para el Papa, el acto de guerra deplorado por organismos internacionales y Gobiernos de todo el mundo muestra “crueldades cada vez más horrendas, cometidas contra civiles, mujeres y niños indefensos”.
”Son víctimas, y su sangre inocente grita hasta el cielo e implora que se ponga fin a esta guerra, que se hagan callar las armas, que se deje de sembrar sangre y destrucción”, dijo Jorge Bergoglio desde el Aula Pablo VI del Vaticano.
El martes, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, pidió la exclusión de Rusia del Consejo de Seguridad de la ONU por cometer los “peores crímenes de guerra” desde la Segunda Guerra Mundial, tras acusarla de llevar a cabo una masacre de civiles en Bucha, ciudad vecina a Kiev.
Rusia consideró que esas denuncias son una “provocación falaz que sirve para encontrar un pretexto para torpedear las negociaciones de paz”.
Tras denunciar los actos de Bucha, el Papa desplegó ante los miles de fieles que lo acompañaron una bandera ucraniana que un amigo suyo le entregó el martes.
”Esta bandera viene de la guerra, de esa ciudad martirizada, Bucha”, detalló el pontífice.
”También están aquí algunos chicos de Ucrania que nos acompañan. Saludémoslos y recemos junto a ellos. Estos niños debieron escapar y llegar a una tierra extraña”, los consoló antes de dar un huevo de Pascua a cada uno de los siete niños que, con dos adultos, lo acompañaron en el escenario.
”Esto es uno de los frutos de la guerra, no los olvidemos y no olvidemos al pueblo ucraniano. Es duro ser erradicado de la propia tierra por una guerra”, lamentó Bergoglio.
Más temprano, durante su catequesis semanal, el Papa había lamentado la “impotencia de la Organización de las Naciones Unidas” ante el conflicto.
”Hoy hablamos a menudo de la geopolítica, pero lamentablemente la lógica dominante es la de las estrategias de los Estados más poderosos para afirmar sus intereses ampliando el área de influencia económica, ideológica y militar”, agregó luego.
En su intercambio con los fieles, el Papa aprovechó además para agradecer la “solidaridad” del pueblo polaco por la acogida de las personas que huyen de Ucrania.
”Abrieron los corazones y las puertas de sus casas. Gracias por lo que han hecho con Ucrania”, dijo.