Francisco y Biden se agarraron las manos en señal de amistad mientras hablaban, según las imágenes proporcionadas por el Vaticano, y también hubo momentos en los que el Pontífice se reía con las palabras del mandatario, el segundo presidente católico de la Historia de los Estados Unidos en ser recibido por un papa, después de John Kennedy. Esta cordialidad parece dejar atrás las tensiones entre el Vaticano y Estados Unidos durante la administración de Donald Trump.
La reunión privada entre ambos duró 75 minutos, superando los 50 que Francisco dedicó a Barack Obama y los apenas 30 de Trump, mientras que después Biden se entretuvo casi otra hora con el secretario de Estado y jefe de la diplomacia vaticana, Pietro Parolin.
Durante la reunión privada se habló “del compromiso común con la protección y el cuidado del planeta, de la situación sanitaria y la lucha contra la pandemia del Covid-19″, pero también el Papa insistió a Biden en “el tema de los refugiados y la asistencia a los migrantes “, según una nota de prensa del Vaticano.
También se hizo referencia “a la protección de los derechos, incluido el derecho a la libertad de religión y de conciencia y se repasaron” algunas cuestiones relativas a la actualidad internacional, en el contexto de la próxima cumbre del G20 en Roma, y sobre conseguir la paz mundial “mediante la negociación política”.
Se vivió un momento de emoción cuando Biden entregó al Papa una moneda con el sello de EEUU en una cara y el sello de Delaware en la otra, el estado del que había sido gobernador Beau Biden, el hijo mayor del presidente, fallecido de cáncer a los 49 años. “Mi hijo habría querido que tuvieras esta moneda”, dijo Biden y agregado en broma: “La tradición dice que si no tienes la moneda en nuestra próxima reunión, tendrás que pagar las bebidas”.
Durante el tradicional intercambio de regalos, el papa Francisco entregó a Biden una cerámica que representa a un peregrino, sus escritos y su mensaje para la Jornada de la Paz.