El presidente de Italia, Sergio Mattarella, rechazó en las últimas horas de este jueves 14 de julio la renuncia del primer ministro Mario Draghi, pidiéndole que se dirija al Parlamento la próxima semana después de que uno de los partidos de la coalición gobernante le retirara su apoyo al Gobierno.
En una reunión con Draghi tras la salida del Senado de los legisladores del Movimiento 5 Estrellas, en medio de una votación de confianza clave a primera hora del jueves, Mattarella aseguró en un comunicado que había rechazado la dimisión de Draghi, pidiéndole que diera a los legisladores la oportunidad de evaluar los últimos acontecimientos políticos. El 5 Estrellas, socio clave de la coalición gobernante, abandonó a primera hora del jueves una votación de confianza en el Senado del país, lo que obligó al premier a reconocer el colapso del Gobierno.
”Quiero anunciar que esta tarde presentaré mi dimisión en manos del Presidente de la República. La votación de hoy en el Parlamento es un acontecimiento muy significativo desde el punto de vista político”, había dicho Draghi en un comunicado. ”La mayoría de unidad nacional que ha apoyado a este Gobierno desde su creación ya no existe”, añadió el líder italiano. Se espera que el primer ministro se dirija al Parlamento el próximo miércoles, pero sus palabras no dejaron mucho espacio para un cambio de opinión.
Draghi dijo que intentaba mantener el Gobierno unido y satisfacer algunas de las demandas de 5 Estrellas. Subrayó que se comprometía a dirigir el Gobierno sólo si era capaz de llevar a cabo las políticas que los legisladores habían votado, incluyendo el apoyo económico a los hogares y las empresas, una condición ahora imposible de cumplir sin una mayoría legislativa.
Si Draghi no consigue un nuevo voto de confianza, el presidente podría considerar la posibilidad de crear otro Gobierno de transición para llevar a Italia a nuevas elecciones a principios de 2023. La perspectiva de unas elecciones anticipadas en otoño sigue siendo una posibilidad, pero entra en conflicto con la necesidad de contar con un Gobierno para redactar una ley presupuestaria crucial en medio de las duras dificultades económicas para las familias y las empresas.
