Los acontecimientos que sucedieron a principios de enero en Kazajistán fueron provocados por una brecha entre ricos y pobres, dijo este viernes 21 de enero el presidente del país, Kassym-Jomart Tokayev. Durante una reunión con representantes de negocios multinacionales, Tokayev aseguró que las recientes protestas masivas y posteriores disturbios en todo el país expusieron los problemas que se han acumulado a lo largo de los años. El país ahora enfrenta el deber estratégico de una transformación profunda del orden social, señaló, y agregó: “La brecha entre ricos y pobres ha alcanzado un nivel inaceptable”.
Los disturbios en el país se debieron a la desigualdad social, aseguró el presidente. ”Esta situación fue usada por militantes terroristas y los conspiradores detrás de ellos”, sostuvo. Además, confirmó los informes de las empresas internacionales de investigación que señalan que 162 personas poseen la mitad de la riqueza de todo país, por lo que dijo que la situación debe ser cambiada con urgencia. El presidente prometió continuar con la política de transformación en el país.
”Continuaré con la política de modernización de la sociedad y transformación política. La dirección de las reformas es clara. Esta es la transición a un mercado libre, una economía diversificada con un enfoque social”, aseguró Tokayev. El 2 de enero, protestas masivas estallaron en Kazajistán debido al aumento en los precios del combustible en la ciudad de Zhanaozen, en la región de Mangystau. Las manifestaciones luego se convirtieron en enfrentamientos con la Policía; los más violentos de ellos se presentaron en la antigua capital y la ciudad más grande de Kazajistán, Almaty.
Tokayev pidió ayuda a la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), un bloque militar liderado por Rusia, por lo que las fuerzas de mantenimiento de la paz de Rusia, Bielorrusia, Armenia y Tayikistán ingresaron al país y respaldaron a las fuerzas kazajas para restaurar el orden. A finales de la semana pasada iniciaron su proceso de retirada del país.