El Rey Carlos III tomó una fuerte decisión respecto del destino de su hijo el príncipe Harry y la esposa de este, Meghan Markle. El monarca suspendió el usufructo de Frogmore Cottage, la residencia en los terrenos del Castillo de Windsor.
Según informó el medio local The Telegraph, el Rey ofrecerá la propiedad a su hermano, el príncipe Andrés. Cabe destacar que se trata del lugar donde residía la pareja cada vez que viajaba al Reino Unido.
Por estos días, los duques de Sussex están afincados de manera permanente en Estados Unidos. Sin embargo, la decisión habría caído muy mal en la pareja.
“Habían hecho de ese sitio su hogar”, indicó una fuente, que recalcó que los príncipes ven esa residencia como “el único lugar seguro que queda” para ellos cuando visitan el Reino Unido.
Ocurre que desde que dejaron de ser miembros activos de la familia real, el Ministerio de Interior dejó de ofrecer vigilancia policial a los duques, informó el sitio español 20 Minutos.
Otros diarios locales van más allá y señalan que Harry y Meghan están “atónitos”. “Tienen hasta el verano para mudarse”, afirmaron en el Daily Mail.
Sus allegados afirman que Harry y Meghan sienten que el rey ha aplicado “un castigo final y cruel” para “sacarlos de escena para siempre”.
Según se supo este miércoles, el Palacio de Buckingham comunicó a los duques que deben abandonar la residencia en enero, días después de que Harry publicara su libro de memorias En la sombra.