Un equipo de científicos de la NASA realizó un hallazgo extraordinario en Marte. Mientras el rover Perseverance (un robot explorador) exploraba el borde norte de Neretva Vallis, un antiguo valle fluvial, se topó con una roca que cautivó la atención de la comunidad científica. Apodada “Cheyava Falls”, esta roca, con forma de punta de flecha, presenta características que sugieren una posible relación con la existencia de vida microscópica en el pasado marciano.
Los análisis llevados a cabo por los instrumentos a bordo del rover indican que la roca posee compuestos orgánicos y estructuras que podrían haberse formado hace miles de millones de años, cuando la región era rica en agua. Aunque los científicos están entusiasmados con este descubrimiento, advierten que se necesitan más investigaciones para confirmar si estas características son realmente evidencia de vida pasada.
La roca, la muestra número 22 recolectada por Perseverance, fue obtenida el 21 de julio mientras el rover exploraba el borde norte de Neretva Vallis, un antiguo valle fluvial de 400 metros de ancho que fue tallado por el agua que se precipitó hacia el cráter Jezero hace mucho tiempo.
“Diseñamos la ruta de Perseverance para asegurarnos de que llegue a zonas con potencial para obtener muestras científicas interesantes”, dijo Nicola Fox, administradora asociada de la Dirección de Misiones Científicas en la sede de la NASA en Washington. “Este viaje por el lecho del río Neretva Vallis valió la pena, ya que encontramos algo que nunca habíamos visto antes, lo que les dará mucho que estudiar a nuestros científicos”.
Escaneos de las cataratas Cheyava realizados por el instrumento SHERLOC (Scanning Habitable Environments with Raman & Luminescence for Organics & Chemicals) del rover indican que contiene compuestos orgánicos. Estas moléculas basadas en carbono son consideradas los componentes básicos de la vida, aunque también pueden formarse mediante procesos no biológicos.
“Cheyava Falls es la roca más desconcertante y potencialmente importante que Perseverance ha investigado hasta ahora”, afirmó Ken Farley, científico del proyecto Perseverance. “Tenemos nuestra primera detección convincente de material orgánico, manchas de colores distintivas que indican reacciones químicas que la vida microbiana podría usar como fuente de energía y evidencia clara de que el agua, necesaria para la vida, alguna vez pasó a través de la roca. Por otro lado, no hemos podido determinar exactamente cómo se formó la roca y en qué medida las rocas cercanas pueden haber calentado Cheyava Falls y contribuido a estas características”, agregó.
La roca, de 1 metro por 0,6 metros, debe su nombre a una cascada del Gran Cañón. A lo largo de ella se extienden grandes vetas blancas de sulfato de calcio y bandas de material rojizo que sugieren la presencia de hematita, uno de los minerales que le da a Marte su característico tono oxidado.
Al momento de que Perseverance examinó de cerca, encontró docenas de manchas blanquecinas de forma irregular con tamaño milimétrico, cada una rodeada por material negro que contienen hierro y fosfato.
“Estas manchas son una gran sorpresa”, dijo David Flannery, astrobiólogo y miembro del equipo científico de Perseverance de la Universidad Tecnológica de Queensland en Australia. “En la Tierra, este tipo de características en las rocas suelen estar asociadas con el registro fosilizado de microbios que viven en el subsuelo”.