El supertifón Yagi, identificado por la Administración Meteorológica de China como el tifón de otoño más poderoso en tocar tierra desde 1949, causó daños considerables en varias ciudades de China y Vietnam. El undécimo tifón de este año, mantuvo su categoría de supertifón durante 64 horas antes de debilitarse, aunque su impacto fue devastador.
ESTRAGOS EN CHINA
Yagi tocó tierra dos veces el viernes, primero en la provincia de Hainan y luego en Guangdong, causando inundaciones, deslizamientos de tierra y afectando servicios locales. A pesar de su degradación a depresión tropical el domingo, el Centro Meteorológico Nacional advirtió sobre posibles fuertes lluvias en las regiones de Guangxi y Yunnan, aumentando el riesgo de inundaciones urbanas y deslizamientos de tierra.
Según los meteorólogos, una combinación de factores inusuales intensificó la fuerza del tifón, como la actividad de los monzones en el Mar Meridional de China, la humedad generada por ciclones tropicales y condiciones atmosféricas altamente favorables.
En Vietnam, los efectos de Yagi fueron igualmente catastróficos, con al menos 46 muertos y 229 heridos tras su paso por las localidades montañosas del norte del país, según el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural. Las provincias más afectadas son Quang Ninh, Hai Phong y Hanoi, entre otras.
Una de las tragedias más graves ocurrió en la localidad de Sa Pa, en la provincia de Lao Cai, donde un deslizamiento de tierra sepultó a 17 personas, dejando seis muertos, incluidos niños y ancianos.
Las autoridades en China han comenzado a reabrir lugares turísticos y culturales, especialmente en la ciudad de Sanya, en Hainan, a medida que los efectos del tifón disminuyen. Sin embargo, los expertos advierten que la temporada de tifones aún no ha terminado, y los riesgos de inundaciones y deslizamientos persisten.
En Vietnam, los desastres naturales causaron la muerte o desaparición de 170 personas en lo que va del año.