El ultraderechista José Antonio Kast lidera la elección presidencial de Chile de este domingo con 28% de los votos, seguido por el izquierdista Gabriel Boric, con 24%, por lo que ambos se medirán en segunda vuelta tras escrutarse un 49,62% de los votos, según el Servicio Electoral.
Con este resultado, ambos candidatos -con programas y conceptos antagónicos para el futuro de Chile- pasan al balotaje del 19 de diciembre ya que ninguno de ellos superar el 50% de los sufragios para suceder al actual mandatario, Sebastián Piñera.
La sorpresa de la jornada ha sido el tercer lugar para el populista Franco Parisi (derecha liberal), que obtuvo 13,4% de los votos tras una campaña por redes sociales que desató una ola de memes en las últimas semanas cuando se confirmó que seguiría en su casa en Alabama, sur de Estados Unidos, sin haber pisado el país en toda la campaña electoral.
Economista de 54 años, Parisi afronta problemas con la justicia chilena por una presunta estafa y por no haber cumplido con la pensión alimenticia de dos hijos menores que tuvo en un primer matrimonio en Chile, por lo que si regresa tendrá prohibición de salir del país.
Contra todo pronóstico Parisi desplazó a dos candidatos que las encuestas daban como pesos pesados en la contienda, la más incierta en 31 años de democracia: la senadora demócrata-cristiana Yasna Provoste (12,2%) y el oficialista de derecha Sebastián Sichel (12%).
”Nos vamos con la frente alto, ya le mandé las felicitaciones a Kast”, dijo Sichel, al reconocer tempranamente su derrota. En segunda vuelta, afirmó que no votaría por Gabriel Boric pero tampoco llamó abiertamente a votar a Kast. Provoste también reconoció su derrota en Vallenar, su ciudad natal 700 km al norte de Santiago, y recalcó que “ese espíritu totalitario y fascista es lo que representa la candidatura de José Antonio Kast. Nosotros jamás podríamos tener una posición neutra respecto de lo que esto significa para le país”.
”No queremos que se repitan esos dolores y esos horrores” ocurridos durante la dictadura de Augusto Pinochet, dijo sin expresar un apoyo explícito a Boric, pero adelantó que “no va a mantener una posición neutral” respecto a la puja que se anuncia para la segunda vuelta chilena.
Con largas filas y un día particularmente caluroso, Chile celebró el domingo las elecciones más inciertas desde la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), con la idea de cambiar el modelo neoliberal que permitió crecimiento económico y estabilidad política en las tres últimos décadas pero es señalado como el origen de la desigualdad que propició las protestas desde octubre de 2019.