La alianza de centro de Emmanuel Macron perdió este domingo su mayoría absoluta en el Parlamento, ante el progreso del frente de izquierdas y el auge espectacular de la extrema derecha en las elecciones legislativas.
“La bofetada”, tituló el diario Libération junto a una imagen del mandatario liberal, que deberá buscar nuevos aliados en el Parlamento para poder sacar adelante su programa reformista, como el retraso de la edad de jubilación de 62 a 65 años.
Su alianza ¡Juntos! obtuvo 245 de los 577 escaños de la Asamblea (cámara baja); la Nueva Unión Popular Ecológica y Social (Nupes, izquierda) y aliados, 137; y la Agrupación Nacional (extrema derecha), 89.
Con la mayoría absoluta en 289 escaños, la primera ministra Élisabeth Borne consideró un “riesgo” para el país estos resultados y prometió buscar desde el lunes “una mayoría de acción”. “No hay alternativa a esta unión para garantizar la estabilidad”, dijo.
Aunque la negociación es habitual en la mayoría de democracias a falta de una mayoría absoluta en el Parlamento, la nueva legislatura puede volverse un quebradero de cabeza para el oficialismo en Francia, acostumbrado a la apisonadora.
Para alcanzar la mayoría absoluta, el partido Los Republicanos (derecha) y sus aliados UDI (64 escaños) podrían volverse claves para Macron. El presidente de LR, Christian Jacob, aseguró que se quedarán en la oposición, descartando un pacto de gobierno.
La izquierda planteó los comicios como una “tercera vuelta” de la presidencial, al considerar que los franceses reeligieron a Macron el 24 de abril para impedir la llegada al poder de su rival ultraderechista Marine Le Pen, y no por sus ideas.
Aunque el mandatario pierde su mayoría absoluta, el primer frente de izquierdas en 25 años -izquierda radical, ecologistas, comunistas y socialistas- se queda lejos de su objetivo de ganar e imponer a Jean-Luc Mélenchon como primer ministro.
“Es una situación totalmente inesperada, inédita, la derrota del partido presidencial es total y no aparece ninguna mayoría”, aseguró en cambio ante sus simpatizantes Mélenchon, quien acusó al oficialismo de haber reforzado a la extrema derecha.
El partido ultraderechista RN, aunque queda en tercera posición, es uno de los principales ganadores de los comicios, al superar con creces los 8 diputados de 2017 y lograr así formar grupo parlamentario propio por primera vez desde 1986.
“Encarnaremos una oposición firme, sin connivencia, responsable, respetuosa de las instituciones”, dijo Le Pen desde su bastión en Hénin-Beaumont (norte), donde revalidó su escaño, felicitándose de haber hecho de Macron un “presidente minoritario”.
La participación era clave en la segunda vuelta, pero, según el ministerio del Interior, un 53,77% de los más de 48 millones de franceses llamados a las urnas no acudieron a votar.