Tesla, con Elon Musk a la cabeza, hizo una presentación sin precedentes de nuevos desarrollos que generaron sorpresa y estupor. Las estrellas del evento fueron los robots Optimus, una “combi” llamada Robovan y Cybercab, un robotaxi sin pedales ni volante que además tendrá un precio “económico”.
A pesar de lo impactante de la presentación, las acciones de Tesla se desplomaron más de un 9%, hasta los 217 dólares durante los primeros movimientos en el Nasdaq de Estados Unidos. Así, el mercado mostró su recelo al nuevo lanzamiento de la empresa de Elon Musk.
El Cybercab es el primer robotaxi de Tesla y se caracteriza por no contar con un volante ni tener pedales y se venderá por menos de 30.000 dólares.
Elon Musk fue el encargado de la presentación y señaló que el coche es completamente autónomo y que empezará a producirse, según sus previsiones, en 2026. A pesar de la promesa, trascendió que la producción podría sufrir retrasos al igual que el sistema de conducción autónoma que el fundador de Tesla lleva prometiendo desde hace ocho años.
Robotaxi, el Tesla “barato”
Tras la presentación se ha bautizado al robotaxi como el “Tesla barato”. El cybercab es un biplaza sin volante ni pedales que usará cargadores de inducción y que ha llegado junto a la Robovan, una especie de minibus con tecnología de autoconducción y con capacidad de transportar hasta 20 personas.
Elon Musk reveló que la flota inicial de los robotaxis estaría conformada por hasta 7 millones de vehículos. Sin embargo, eventualmente dijo que podrían ser “decenas de millones”.
Los bajos precios son la característica principal de estos vehículos. Musk aseguró que el costo por kilómetro de este Cybercab será de unos 20 centavos de dólar y, bajo el esquema actual, el programa de Tesla permitiría a un propietario de cualquiera de sus vehículos alquilar su coche para viajes. Eso sí, Tesla se quedaría con una parte de los ingresos cuando un propietario haga eso.
“Salvará muchas vidas”, ha advertido Musk durante su intervención en referencia a las investigaciones abiertas por las promesas realizadas en torno a su tecnología de conducción autónoma.
A pesar del desarrollo tecnológico sin precedentes detrás de estos vehículos, Tesla tiene cuentas pendientes con la Justicia de Estados Unidos.
El Departamento de Justicia de ese país y la Comisión de Bolsa y Valores tienen pendiente interrogar a la cúpula de Tesla sobre posible fraude a cuenta de este asunto y en una línea similar se encuentra el caso abierto por el Departamento de Vehículos Motorizados de California.
LA PRESIÓN DE LA COMPETENCIA SOBRE TESLA
El robotaxi busca con Waymo, la filial de vehículos autónomos de Alphabet -la matriz de Google-, y hasta ahora prometía ser el producto estrella para que los inversores de Tesla vuelvan a confiar en la compañía automovilística, que ha perdido más de un 3% de su capitalización en lo que va de año.
Más allá de Waymo, que hace unos días confirmaba su alianza con Hyundai para aumentar su flota de coches autónomos en diversas ciudades de Estados Unidos, concretamente, a través de la compra y despliegue de los modelos eléctricos Ioniq 5 del fabricante surcoreano, diversas empresas presionan para combatir a Tesla en el frente de los robotaxis.
A finales de junio, la croata Rimac Automobili avanzó su intención de estrenar en 2026 su servicio de robotaxis con coches eléctricos en la capital de este país europeo, Zagreb.
Uber, Amazon, General Motors o el gigante de internet chino Baidu también están trabajando en sus respectivos programas de desarrollo de robotaxis.