Las denuncias e investigación por presuntos crímenes cometidos por su mal manejo de la pandemia no son el único problema que afronta Jair Bolsonaro en los actuales momentos. El presidente brasileño viene impulsando el establecimiento de una mejora en el actual programa social Bolsa Familia para establecer Auxilio Brasil, el cual pretende no sólo aumentar en número de beneficiarios sino también el monto asignado por familias.
De acuerdo con el jefe del Palacio de Planalto, el programa pretende ser elevado a 400 reales, unos 70 dólares, monto que llevaría a superar el techo de gasto establecido para el año. Adicionalmente, ampliará desde 14,7 a 17 millones las familias beneficiadas. “Tenemos la responsabilidad de que estos recursos provengan del propio presupuesto de la Unión. No se romperá el techo, nadie hará ningún truco en el presupuesto, pero sería extremadamente injusto dejar aproximadamente a 17 millones de personas con tan poco valor de Bolsa Família”, dijo Bolsonaro el 20 de octubre en un acto público en la localidad de Russas, al noreste de Brasil.
Sin embargo, y de acuerdo con medios como Folha de Sao Paulo, el Gobierno habría llevado a cabo una maniobra fiscal que evitaría superar el techo de deuda y daría espacio a unos 83.000 millones de reales (unos 14.000 millones de dólares) en el presupuesto para llevar adelante el programa en un año electoral.
El ajuste, que está siendo impulsado por la una comisión especial de la Cámara de Diputados, se sustenta en una Propuesta de Enmienda a la Constitución (PEC) que busca, para cada ejercicio económico, un límite en el pago de las órdenes judiciales o deudas del Estado reconocidas por los tribunales. Durante la misma jornada, donde el precio del dólar alcanzó un precio de 5,66 reales por unidad, dos secretarios del Ministerio de Economía de Brasil renunciaron a sus cargos en medio de críticas por las medidas que buscan flexibilizar la política fiscal.