Después de casi una década sin visitar la isla, los reyes de Dinamarca, Federico X y Mary Donaldson, fueron a Groenlandia. Acompañados por sus hijos menores, los mellizos Vicent y Josephine, los monarcas realizaron su primer viaje oficial a la isla más grande del mundo, que forma parte de su reino.
El 1 de julio, la familia real danesa llegó a las costas de esta región del norte de América, donde permanecerían hasta el sábado 6 de julio. Durante su estancia, los reyes dejaron numerosos momentos memorables visitando diversas regiones y ciudades, mostrando siempre una gran complicidad y afecto.
No obstante, su viaje fue ensombrecido por un incidente inesperado. Según el medio danés Ekstra Bladet, Mary Donaldson sufrió un accidente con una moto tipo scooter el jueves 4 de julio. En el video publicado por dicho medio se ve a la esposa del príncipe Federico visitando la capital, Nuuk, donde ella, su esposo y sus hijos fueron recibidos por numerosos ciudadanos.
Mientras saludaba a las personas reunidas, una moto golpeó a la reina por la espalda, causándole un susto pero sin resultar herida. En las imágenes, Mary se mostraba muy feliz y sonriente entre la multitud cuando, de repente, la moto la embistió por detrás impactándola en la parte posterior de las rodillas. La reina se tambaleó, sorprendiendo a los presentes, quienes no pudieron evitar gritar ante el incidente.
De inmediato, el personal de seguridad se acercó al vehículo y retrocedió la motocicleta. “Dé la vuelta, dé la vuelta”, ordenó el guardaespaldas al conductor, quien, con voz temblorosa, respondió: “No sé qué pasó”. Afortunadamente, Mary de Dinamarca no sufrió lesiones y continuó interactuando con los ciudadanos.
La Casa Real de Dinamarca se enteró del incidente a través del video grabado por uno de los presentes. Posteriormente, el palacio de Amalienborg confirmó el hecho como “un incidente menor” y aseguró que no había motivo de preocupación. Mary estaba tan bien que siguió con su agenda, asistiendo junto a su familia a la recepción en el Ayuntamiento de la capital, organizada por el alcalde Avaaraq Olsen.
Esa misma noche, la familia real danesa asistió a una cena de gala en el centro cultural Katuaq, donde Mary Donaldson demostró nuevamente que estaba ilesa. Para la ocasión, la reina lució un vestido de gala de la firma estadounidense Tery Jon by Ricky Freeman, con un diseño camisero en brocado dorado, cuello abierto, botones ocultos, manga dobladilla, cinturón del mismo tejido y falda en forma de A.
Además, portó la Cruz de Gran Comendador de Dannebrogorden, otorgada por su esposo en mayo por su 50 cumpleaños, junto con la medalla Grønlands Selvstyre, que reconoce su compromiso con las condiciones sociales de los niños y jóvenes groenlandeses, concedida por el Gobierno en junio.