Cuatro entidades cívicas del estado de Gujarat, al oeste de India, ordenaron la prohibición de la venta de alimentos no vegetarianos en las calles de la ciudad de Ahmedabad, ya que, argumentan, afecta los sentimientos religiosos de la mayoritaria comunidad hindú.
Los partidos políticos y las organizaciones de la oposición criticaron la orden porque puede afectar el sustento de los pobres y va en contra del derecho de la gente a comer los alimentos de su elección. El martes, la municipalidad de Ahmedabad retiró los puestos de venta de comida no vegetariana de las principales vías de la ciudad. Previamente, otras entidades cívicas en Vadodara, Rajkot y Bhavnagar habían ordenado a los comerciantes que cubrieran la comida no vegetariana o se enfrentaran a la acción de las autoridades. La orden también argumentaba que el humo que emerge de esos lugares también puede causar riesgos para la salud.
El gobernante Partido Bharatiya Janata (Partido Popular Indio, BJP) se ha distanciado de la decisión. El presidente estatal del BJP, Chandrakant Patil, dijo que la medida fue tomada por organismos cívicos locales y que su partido no tiene nada que ver con la prohibición. Gujarat es el estado natal del primer ministro indio, Narendra Modi, y está gobernado por el BJP desde 1995. El estado irá a las urnas el próximo año.
Mientras tanto, Hakimuddin Qasmi, secretario general de Jamiat Ulama-i-Hind, la organización social musulmana más grande de India, comentó a medios locales que el presidente estatal del BJP ha dicho que no se tomó tal decisión para prohibir la comida no vegetariana. ”La constitución de India nos da el derecho a comer los alimentos que elijamos”, advierte Qasmi. A principios de 2014, Palitana, una ciudad de peregrinos y uno de los lugares más sagrados para los seguidores de la antigua religión jainista, declaró a la ciudad una zona “solo para vegetarianos”, prohibiendo por completo la venta de carne o huevos y la matanza de animales dentro de los límites del municipio.
Un funcionario del partido opositor Congreso, que solicitó el anonimato, dijo que la decisión se tomó para polarizar a la gente antes para las elecciones del próximo año. ”Es decisión de cada individuo qué comer y qué no comer. No se les puede imponer nada”, dijo a medios locales.