El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, aseguró que su país no cambiará su postura ante la posible entrada a la OTAN de Suecia y Finlandia hasta que tomen medidas claras, concretas y decisivas en su lucha contra el terrorismo. Erdogan sostuvo, en una reunión del grupo parlamentario de su Partido de Justicia y Desarrollo (AK), que Ankara no apoyará a los países nórdicos en su candidatura a la OTAN hasta que organizaciones terroristas dejen de tener presencia en sus calles. Sostuvo que no será indiferente ante “la sangre de los mártires”.
Suecia y Finlandia solicitaron formalmente unirse a la OTAN el 18 de mayo pasado, una decisión impulsada por la guerra de Rusia contra Ucrania, que comenzó el 24 de febrero. La adhesión requiere la aprobación unánime de los 30 Estados miembros de la OTAN. Türkiye, miembro de la alianza desde hace 70 años, ha expresado sus objeciones a las solicitudes y ha afirmado que ambos países toleran e incluso apoyan a grupos terroristas, incluido el YPG/PKK.
Además, Estocolmo y Helsinki impusieron un embargo de armas a Ankara en 2019 luego de que lanzara la operación antiterrorista Fuente de Paz a través de su frontera en el norte de Siria, pese a que Türkiye precisó que los motivos del movimiento eran evitar la formación de un corredor terrorista en su frontera y permitir el asentamiento pacífico de los refugiados sirios en sus tierras.
Recep Tayyip Erdogan dijo el 20 de mayo que las organizaciones terroristas pueden realizar “todo tipo de manifestaciones” en muchos de los países europeos, incluidos Alemania, Suecia, Finlandia, Países Bajos y Francia. A finales de mayo, Türkiye organizó consultas con las delegaciones sueca y finlandesa sobre sus candidaturas a miembros de la OTAN en la capital, Ankara. Tras las conversaciones, Erdogan afirmó que no estuvieron “al nivel deseado”.