En las últimas semanas ha crecido el optimismo acerca de alcanzar un acuerdo de paz entre las partes beligerantes en Yemén y poner fin al conflicto mortal de nueve años. El sábado, delegaciones de Arabia Saudita y Omán llegaron a la capital yemení, Saná, para conversar con los rebeldes hutíes sobre la resolución del conflicto.
El Gobierno yemení dijo que resolvió con los rebeldes hutíes extender de seis meses a un año un alto al fuego que había expirado el 2 de octubre de 2022, y se espera que el acuerdo se anuncie en los próximos días. Según un funcionario del Gobierno, el acuerdo incluirá el aumento del número de vuelos al aeropuerto de Saná, la reanudación de las exportaciones de petróleo desde los puertos del país, la apertura de las carreteras en la provincia central de Taiz, la liberación de todos los prisioneros y el transporte de mercancías directamente al puerto de Adén.
Yemén ha estado sumido en la violencia y la inestabilidad desde que los hutíes capturaron gran parte del país, incluida Saná. En 2015, Riad y un grupo de aliados del Golfo se unieron a la guerra en Yemén en apoyo al Gobierno para contrarrestar los logros militares de los rebeldes. El conflicto dio paso a una de las peores crisis humanitarias provocadas por el hombre en el mundo, ya que cerca de dos tercios de la población del país necesita asistencia humanitaria y protección y más de 16 millones de yemeníes están en peligro de morir de hambre, según estimaciones de la ONU.
Un funcionario del Gobierno yemení indicó que ahora las condiciones son favorables para celebrar conversaciones de paz para llegar a una solución política al conflicto. ”Los esfuerzos realizados por las partes regionales e internacionales relevantes y la voluntad del Gobierno legítimo para lograr la paz han allanado el camino para poner fin a la guerra”, afirmó a medios regionales bajo condición de anonimato dado que no está autorizado a hablar con la prensa. Él, sin embargo, llamó la atención al incumplimiento de los acuerdos anteriores por parte de los rebeldes hutíes.
“Esto sería un verdadero obstáculo para la paz”, agregó. El mes pasado, Arabia Saudita e Irán anunciaron la reanudación de sus relaciones diplomáticas luego de conversaciones mediadas por China, lo que dirigió las miradas al conflicto en Yemen. Arabia Saudita es uno de los principales partidarios del Gobierno yemení, mientras que Irán apoya a los hutíes. La semana pasada, el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) dijo que había llegado el momento de alcanzar una solución política al conflicto en Yemén.
Ahmed Naji, analista principal sobre Yemén en el Grupo International de Crisis, con sede en Bruselas, dijo que los esfuerzos de paz actuales en el país de Oriente Medio “son el resultado del progreso logrado durante las conversaciones entre los saudíes y los hutíes durante el último período”. ”Las conversaciones sin duda fueron aceleradas por el retorno de las relaciones diplomáticas entre Riad y Teherán”, agregó.