A propósito de la orden de Vladimir Putin de entrar a los territorios que declaró independientes de Ucrania en la jornada del lunes, el gobierno de los Estados Unidos, luego de esparcir informaciones de variada intensidad respecto a este movimiento, anunció en las últimas horas que impondrá sanciones a Rusia porque considera que “ya invadió” Ucrania. “Creemos que este es, sí, el comienzo de una invasión, la última invasión de Rusia a Ucrania, y ya están viendo el comienzo de nuestra respuesta, que dijimos que será rápida y severa”, dijo a la cadena CNN el asesor adjunto de Seguridad Nacional, Jonathan Finer hace algunos minutos.
Más temprano, la Casa Blanca expresó su beneplácito por la decisión de Alemania de detener el proyecto del gasoducto Nord Stream 2, destinado a llevar gas ruso a Europa, y había adelantado que Estados Unidos anunciaría sanciones propias este martes, dirigidas específicamente al gobierno ruso. El presidente Joe Biden “dejó en claro que si Rusia invadía Ucrania, actuaríamos con Alemania para garantizar que el Nord Stream 2 no avance. Hemos estado en estrechas consultas con Alemania durante la noche y agradecemos su anuncio. Seguiremos con nuestras propias medidas hoy”, señaló en la red Twitter la secretaria de prensa del gobierno, Jen Psaki.
Unas horas después de que el presidente ruso, Vladimir Putin, reconociera la independencia de la regiones prorrusas del este de Ucrania, Washington anunció las primeras sanciones limitadas, dirigidas específicamente contra los territorios separatistas de Donetsk y Lugansk, orientadas a la inhibición de acciones comerciales de cualquier índole de parte de ciudadanos estadounidenses, dejando en claro que la vía económica es la primera instancia en la que el gobierno estadounidense se mostraría interviniendo en el conflicto que ayudó a intensificar.
Rusia desplegó hace semanas unos 150.000 militares en las fronteras ucranianas, según Washington, lo cual llevó a potencias de occidente encabezadas por Estados Unidos a denunciar la planificación de una inminente invasión. Pero a pesar de que para esta fecha se terminarían los ejercicios conjuntos con el ejército de Bielorrusia en las regiones en disputa, a partir de los atentados sufridos en los últimos días, por los que las acusaciones cruzadas entre Kiev y Moscú no han cesado y se sospecha de atentados de “falsa bandera” organizados por EE.UU. y la OTAN, Putin ordenó que las tropas no se retiraran y la escalada de tensión siguió en aumento hasta este punto.
Por su parte, Ucrania libra desde 2014 una guerra contra los separatistas prorrusos en el este. Más de 14.000 personas han muerto en este conflicto y más de 1,5 millones han tenido que abandonar sus hogares, a la vez que los ciudadanos ucranianos que son afines al gobierno de Moscú han sido segregados con mayor violencia en las últimas semanas por causa de las tensiones que difunden los medios en torno a la situación de su país, dejando a la comunidad civil enemistada en medio de una crisis generalizada que los tiene acorralados.
Se esperan los anuncios de las próximas horas para conocer el alcance de las sanciones que determinará el gobierno estadounidense para Rusia.