El alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, el español Josep Borrell, aceleró los preparativos para que se adopte la “Brújula Estratégica”, la propuesta para la nueva estrategia de defensa del bloque, como parte de su objetivo de “autonomía en la defensa” para abordar las crisis de seguridad a las que se enfrentan.
Borrell presentó este martes a los ministros de Relaciones Exteriores y de Defensa de la UE el proyecto en una reunión ministerial de dos días. A pesar de que la UE, con sus 27 miembros, es un actor importante en la política y la economía mundiales, no puede actuar independientemente de la OTAN y Estados Unidos en lo que respecta a la defensa y la seguridad.
Sin embargo, es ahora, en tiempos de crisis, que la idea del “poder militar autónomo”, que ha estado en la agenda del bloque desde mediados de la década de 1990, se discute con más frecuencia. La UE tuvo que trabajar en alternativas para su defensa en vista de factores como la descripción de la OTAN como disfuncional por parte de algunos de sus miembros, incluida Francia; las relaciones deterioradas con EEUU que surgieron durante la presidencia de Donald Trump; la actitud agresiva de Rusia y su anexión de la península ucraniana de Crimea; y el enfoque estadounidense en las amenazas de China en lugar de las de Rusia.
En junio de 2020, la UE comenzó a trabajar en una guía de defensa operativa llamada “Brújula estratégica”, iniciando a raíz de un análisis de amenazas al bloque. La retirada de EEUU y la OTAN de Afganistán, la exclusión de Francia de un acuerdo de compra de submarinos con Australia por parte de Reino Unido y EEUU, y la amenaza “híbrida” que proviene de Bielorrusia dirigieron la atención del bloque una vez más hacia la Brújula Estratégica. La propuesta incluye cuatro elementos principales destinados a potenciar el papel de la UE en la gestión de crisis, mejorar las capacidades de defensa, garantizar la resistencia a las crisis y la asociación con terceros países.