Exigen la liberación inmediata de una joven modelo que fue secuestrada por el régimen de facto de los rebeldes hutíes en la República de Yemen.
La joven está cautiva de esas fuerzas -que tomaron el poder de la capital del país en 2015- y tras sufrir abusos psicológicos y físicos, será sometida a una “prueba de virginidad”. Estos exámenes forzados son una forma de violencia sexual y constituyen tortura según el derecho internacional.
“Las autoridades de facto de los hutíes en Yemen deben detener de inmediato todos los planes de someter a Intisar al-Hammadi a pruebas de virginidad forzadas”, dijo Lynn Maalouf, directora adjunta para Oriente Medio y África del Norte de Amnistía Internacional.
“Las autoridades la están castigando por desafiar las normas de la sociedad profundamente patriarcal de Yemen, que afianzan la discriminación contra las mujeres”, explicó Maalouf en un comunicado.
Violento secuestro
Intisar al-Hammadi es actriz y modelo, tiene 20 años y es hija de un yemení y una madre etíope. Tras ser detenida el 20 de febrero, fue interrogada con los ojos vendados, abusada física y verbalmente.
Además, recibió toda clase de insultos racistas y fue obligada a “confesar” varios delitos, entre ellos posesión de drogas y prostitución, reclama Amnistía Internacional.
Según Amnistía Internacional, las mujeres que viven en Yemen sufren una profunda discriminación y están sujetas a reglas de género muy conservadoras.
“Las autoridades de facto hutíes tienen un historial deplorable de detener arbitrariamente a personas por cargos infundados - para silenciar o castigar a críticos, activistas, periodistas y miembros de minorías religiosas - así como someterlos a torturas y otras formas de malos tratos. No existen bases legales para prolongar la detención de Intisar al-Hammadi y las autoridades de facto hutis deben ordenar su liberación inmediata”, dijo Maalouf.
El 5 de mayo, un miembro de la fiscalía informó al abogado de Intissar al-Hammadi que sería sometida a una “prueba de virginidad” en unos días, una vez que se emita una orden al médico forense.
La versión de los secuestradores
Las fuerzas que secuestraron a la modelo alegan que fue detenida en un control porque uno de los pasajeros que viajaban en su auto poseía cannabis.
Sin embargo, su abogado también dijo que, durante su detención, las fuerzas de seguridad la despertaron en medio de la noche y la llevaron a varias casas, preguntándole si solía trabajar allí como “prostituta”.
Después de su arresto, inicialmente fue trasladada a la comisaría de Chamlan y luego llevada a la Dirección de Investigación Criminal en la gobernación de Saná, donde estuvo detenida durante 10 días.
Al-Hammadi le dijo tanto al fiscal como a su abogado que la habían obligado a firmar una declaración escrita previamente, con su huella dactilar mientras tenía los ojos vendados, que sería su “confesión” admitiendo estar involucrada en delitos relacionados con las drogas.
Después de 10 días, las fuerzas de seguridad hutíes la trasladaron a la sección de mujeres de la prisión central de Saná, donde las autoridades penitenciarias le impidieron ponerse en contacto con su familia o un abogado.
El 21 de abril, fue llevada ante la fiscalía para ser interrogada en presencia de su abogado por cargos que incluyen “uso de drogas, promoción de drogas y prostitución”, todo lo cual ella negó rotundamente.
Al final del interrogatorio, su abogado fue testigo de cómo el director de la prisión la abofeteaba.
“Las autoridades de facto hutíes deben asegurarse de que se le conceda a Intisar acceso regular a su familia y abogado y que esté protegida contra la tortura y otros malos tratos. Es fundamental que su abogado tenga acceso a todas las pruebas en su contra para poder impugnar adecuadamente su detención. Cualquier declaración que haya hecho bajo coacción debe excluirse de las pruebas durante su enjuiciamiento”, dijo Lynn Maalouf.
Un país en guerra
Desde 2015 Yemen está intervenido por una coalición militar dirigida por Arabia Saudita en apoyo de las fuerzas gubernamentales del presidente yemení, Abd Rabbu Mansur Hadi, para luchar contra los rebeldes hutíes que a finales de 2014 expulsaron al gobierno de la capital, Saná.