En la actualidad, Jalisco es la región con mayor número de personas desaparecidas en todo México, de acuerdo con los datos del Registro Nacional de Personas Desaparecidas. Ahí, desde 1967, 14.380 personas han desaparecido. El 84% son hombres, la mayoría en un rango de 15 a 49 años de edad. Los registros de desapariciones se cuentan por centenas a partir del 2009 y por millares desde el 2017.
Por esta trágica realidad, la comunidad de Rancho Nuevo, en la región de los Altos Norte de Jalisco, en México, se ha quedado casi vacía. Las tiendas de abarrotes están cerradas y la pequeña iglesia luce deshabitada. Las desapariciones de personas y las balaceras entre grupos criminales, que se incrementaron desde el 2020, convirtieron esta ciudad en un gran pueblo fantasma.
En mayo de este año, trescientas personas huyeron de sus hogares. Se fueron a Teocaltiche (la cabecera municipal de la región), a Estados Unidos o a otros municipios cercanos. Quedan, al menos, ocho familias que se niegan a dejar su patrimonio y otras no se van por falta de recursos.
Pocos habitantes han regresado por sus pertenencias; la mayoría son mujeres, porque los hombres temen ser desaparecidos. Los policías ya no entran a patrullar, según informan las agencias de noticias locales.
Aunque en febrero del 2021 colectivos de búsqueda y organizaciones civiles festejaron la aprobación de la Ley de Personas Desaparecidas de Jalisco, aún se mantienen diversos temas pendientes, entre ellos el análisis de contexto de las desapariciones en cada región del estado, como la de Altos Norte. Además, aunque la ley lo prevé, aún no se conforman células de búsqueda municipales.
Con información de la agencia EFE.