La compañía japonesa All Nippon Airways (ANA) ofreció comida de avión a bordo de una nave aterrizada en el aeropuerto con la idea de que quiénes extrañen la comida que se ofrece en los vuelos pudieran rememorar por unas horas aquella sensación. A pesar de su exacerbado precio en los platos, la demanda fue tan alta que ahora analizan la posibilidad de repetir la secuencia.
De todas las cosas que se perdieron a raíz de la pandemia por coronavirus, probablemente una de las pocas cosas que le falta a la gente es la comida de avión, por eso esta compañía aérea vio como muchos clientes llegaron para degustar una suntuosa comida a bordo de un ejemplar inmovilizado que estaba aterrizado en el aeropuerto de Tokio.
Foie gras, mousse de cangrejo y filete de res wagyu figuraban en el menú del avión de la compañía All Nippon Airways (ANA), por la exuberante suma de 460 euros.
La idea del “restaurante con alas” se llevó a cabo el miércoles y fue solamente por un día, sin embargo, la demanda fue tan fuerte que ahora esperan ampliar su oferta.
El restaurante proponía comidas de primera clase o clase de negocios habitualmente servidos en vuelos internacionales.
Restaurante con alas
Los “pasajeros” subían a bordo de un Boeing 777 en el aeropuerto de Haneda de Tokio con billetes concebidos para parecerse a tarjetas de embarque. Según la compañía, la experiencia culinaria se acompaña con anuncios de la tripulación y las comidas servidas sin que sea necesario usar cinturones de seguridad.
La demanda fue grande, pese a los precios: 59.800 yens (460 euros) por una comida en primera clase y 29.800 yens (229 euros) por una comida en clase de negocios.
“Los billetes para el restaurante se vendieron en un día”, declaró el jueves una portavoz a la AFP, y la compañía prevé ahora 11 fechas suplementarias. ANA indicó que podría prolongar el servicio si las restricciones relacionadas con el coronavirus no son reforzadas.
El “restaurante” respetó las medidas sanitarias y solo utilizó 60 espacios en el avión para garantizar que los clientes pudieran mantener cierta distancia entre ellos.
ANA, al igual que las compañías aéreas del mundo entero, fue duramente afectada por las restricciones de viaje relacionadas con la pandemia. Y encontró este original modo de poder recuperar ingresos.
En enero, la empresa ANA Holdings anunció que en el periodo abril-diciembre de 2020, sufrió una pérdida neta de uno 2.500 millones de euros.